El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este jueves el último lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte y ha vuelto a pedir contención a las partes ante una situación, que ha dicho, es "preocupante".
Guterres ha aprovechado la ocasión para recordar que este tipo de lanzamientos constituyen una "violación de las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU" contra Pyongyang, que continúa con su programa balístico y nuclear a pesar de las medidas tomadas a nivel internacional.
"Corea del Norte sigue lanzando misiles utilizando tecnología que claramente viola resoluciones relevantes", ha aseverado según un comunicado en el que ha señalado que la situación en la península de Corea ha seguido empeorando.
Es por ello que ha hecho un llamamiento a las partes para lograr una disminución de la tensión, respetar las resoluciones de la ONU y lograr una atmósfera propicia para el diálogo, que debe "reanudarse cuanto antes". "El compromiso a nivel diplomático es el único camino para lograr una paz sostenible y la desnuclearización completa y verificable de la península de Corea", ha aseverado.
Mientras, el líder norcoreano, Kim Jong Un, ha descrito el lanzamiento como "una acción militar apropiada" en medio del aumento de las tensiones con Corea del Sur y las acusaciones sobre el supuesto despliegue en Rusia de militares norcoreanos.
Las tensiones han ido al alza en la península de Corea durante los meses, marcados por el envío de cientos de globos con basura por parte de Corea del Norte al otro lado de la frontera. Seúl reanudó además en junio las retransmisiones de propaganda mediante altavoces en la frontera por primera vez en seis años, así como sus maniobras con fuego real cerca de la línea de demarcación, unas actividades a las que se suman las maniobras militares conjuntas con Estados Unidos.