El expresidente de Bolivia Evo Morales ha denunciado que el ministro de Defensa boliviano, Edmundo Novilo, aguarda a "francotiradores del Ejército para enfrentar al pueblo movilizado", después de que al menos 27 policías resultaran heridos y varios retenidos en enfrentamientos con seguidores del exmandatario.
"Denuncio ante la opinión pública nacional e internacional que se ha informado de que el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, por instrucción del presidente Luis Arce, concentra en estos momentos a francotiradores del Ejército (...) que se encuentran aguardando solo una instrucción para ingresar a enfrentar al pueblo movilizado", ha explicado en la red social X.
"Esto se constituye prácticamente en el anuncio de una masacre a los movimientos sociales y particularmente al movimiento indígena", ha subrayado, al añadir que "cualquier hecho de sangre será de entera responsabilidad del Gobierno, de Luis Arce y sus ministros".
ENFRENTAMIENTOS ENTRE POLICÍAS Y SEGUIDORES
Al menos 27 policías han resultado heridos en los enfrentamientos que han tenido lugar durante la jornada en la localidad de Mairana, en Santa Cruz, en donde varios miembros de la prensa y policías han sido retenidos por los manifestantes, según ha informado el diario 'El Deber'. Del total de afectados, cuatro están heridos de gravedad.
Algunos de los agentes heridos han logrado ser evacuados por helicóptero, después de que las vías de acceso continuaran bajo los bloqueos. La ruta antigua que conecta Santa Cruz y Cochabamba es uno de los veinte puntos en los que se han levantado piquetes como forma de protesta contra el Gobierno de Luis Arce.
Se trata del choque entre manifestantes y fuerzas de seguridad más violento desde que comenzaron las protestas el pasado 14 de octubre, dos días después además del intento de asesinato que Morales denunció y que el Gobierno rechaza, acusando al expresidente de iniciar un tiroteo para escapar de un control antidroga.
Hasta el momento hay 23 puntos bloqueados por todo el país, casi la totalidad de ellos en Cochambamba, bastión político de un Morales, sobre el que pesan ya varias denuncias, entre ellas por supuesto abuso de menores y e intento de asesinato.