Madrid, 30 oct (EFE).- La economía española creció un 0,8 % entre julio y septiembre pasados, el mismo porcentaje que en los tres meses precedentes, gracias a la fortaleza del consumo de las familias y a pesar de los datos negativos del sector exterior por el aumento de las importaciones.
Según el informe publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se sustentó en la demanda interna (consumo e inversión), que aportó 0,9 puntos, mientras que la demanda externa (exportaciones e importaciones) restó 0,1 puntos.
El consumo de las familias aumentó un 1,1 %, una décima más que en el trimestre anterior, y el gasto final de las administraciones públicas se disparó un 2,2 %, la tasa intertrimestral más elevada en casi 20 años.
La inversión empresarial cayó un 0,9 %, al igual que la inversión en vivienda, edificación y construcción, que descendió un 1,7 %. En ambos casos, estos indicadores pasan al terreno negativo después de tres trimestres consecutivos en positivo.
Las exportaciones aumentaron el 0,9 %, dos décimas más que en el segundo trimestre, mientras que las importaciones repuntaron el 1,2 %, seis décimas más.
Por sectores, la construcción fue el único que descendió en el tercer trimestre, un 1,4 %, mientras que los servicios crecieron un 1,1 %; la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, un 0,5 %, y la industria, un 0,2 0%.
Así, el PIB español sube un 2,5 % hasta septiembre: un 0,9 % en el primer trimestre y un 0,8 % en el segundo y en el tercero.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, aseguró hoy que estos datos reflejan "la fortaleza y crecimiento equilibrado de la economía española, que día tras día está siendo corroborados por los principales organismos nacionales e internacionales". EFE