Johannesburgo, 30 oct (EFE).- La jornada electoral se desarrolla en calma en Botsuana, uno de los países más estables de África, que vota este miércoles en unas elecciones generales consideradas de las más disputadas de su historia democrática y en las que el presidente, Mokgweetsi Masisi, busca la reelección.
El día avanza de manera tranquila mientras miles de personas hacen fila a las puertas de los colegios electorales para ejercer su derecho democrático, muchas de ellas sentadas en sillas de plástico, según medios localess.
Aunque se registraron algunos retrasos en la apertura, la mayoría de centros abrieron como estaba previsto según la Comisión Electoral Independiente (IEC) a las 06.30 hora local (04.30 GMT), con algunos votantes esperando en sus puertas hasta dos horas antes.
En las imágenes difundidas por medios botsuanos, se puede ver como varios presidentes de mesas electorales mostraron las urnas vacías a los ciudadanos antes de cerrarlas, con el objetivo de dispersar dudas sobre cualquier fraude.
Una vez los colegios cierren a las 19.00 hora local (17.00 GMT), el conteo no se hará directamente allí, sino que las papeletas se trasladarán al centro de recuento de cada circunscripción, un método que ha sido criticado porque podría alimentar las acusaciones de irregularidades.
La votación incluye la elección de 61 miembros de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), que escogerán posteriormente al presidente, y de 609 concejales locales.
El presidente Masisi depositó su voto tras besar el sobre ante las cámaras en un colegio de educación primaria de la ciudad de Moshupa, a unos sesenta kilómetros al oeste de la capital del país, Gaborone, cuyas calles se despertaron esta mañana vacías mientras los ciudadanos se dirigían a sus centros de votación.
Acompañado de su esposa, Neo Jane Masisi, el presidente animó a los botsuanos a "ejercer su derecho democrático, eligiendo libremente a los representantes de partidos políticos de su elección", según un mensaje compartido en la cuenta del mandatario en la red social X.
Masisi espera que la población renueve para otro mandato de cinco años su confianza en el Partido Democrático de Botsuana (BDP, por sus siglas en inglés), que ha dirigido el país desde su independencia de Reino Unido en 1966.
El mandatario se enfrenta a otros tres candidatos, entre los cuales destaca como principal peligro para el oficialismo Duma Boko, de la Coalición por el Cambio Democrático (UDC), que reúne a diferentes partidos.
Compiten también el Partido del Congreso de Botsuana (BCP), con el candidato Dumelang Saleshando, y el Frente Patriótico de Botsuana (BPF), con el aspirante Mephato Reatile y en cuya fundación participó en 2019 el expresidente Ian Khama (2008-2018), antecesor de Masisi.
Botsuana es el primer exportador de diamantes del mundo en cuanto al valor de las gemas (Rusia es el primero en volumen) y ha conseguido pasar de la pobreza tras la independencia a un producto interior bruto (PIB) per cápita de más de 19.000 dólares, según el Banco Mundial (BM), muy por encima de sus vecinos regionales.
Sin embargo, los botsuanos llegan a los comicios con una tasa de desempleo que no ha hecho más que empeorar durante los últimos años, superando el 25 %, y viven en uno de los países más desiguales del mundo, según el índice de Gini.
Más de un millón de votantes registrados estaban llamados este miércoles a las urnas, de una población de unos 2,5 millones, en cerca de 2.800 colegios repartidos por el territorio nacional, después de que la diáspora votara el pasado día 19 en cincuenta centros abiertos en una veintena de países africanos y de todo el mundo. EFE