Japón protesta a la ONU por su llamada a revisar la ley sucesoria para incluir a mujeres

Japón expresa su desacuerdo ante la ONU por la crítica a la Ley de la Casa Imperial que excluye a las mujeres de la sucesión, además de la revisión del apellido en matrimonios

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Tokio, 30 oct (EFE).- Japón presentó este miércoles una protesta ante un panel de derechos humanos de la ONU por su solicitud de revisión de la Ley de la Casa Imperial, una legislación nacional que limita la sucesión al Trono de Crisantemo a los herederos varones.

El principal portavoz del gobierno nipón, Yoshimasa Hayashi, afirmó que el sistema de sucesión imperial es esencial para Japón e informó al organismo de la ONU, centrado en eliminar toda discriminación entre géneros, que sería "inapropiado" ocuparse de esta cuestión antes de publicarse el informe.

"Hemos protestado fuertemente al comité y pedido que quite esta referencia extremadamente lamentable", declaró el portavoz nipón, quién añadió que la postura de limitar la sucesión a los varones "no corresponde a la discriminación de las mujeres".

Aunque el panel de la ONU reconoció en su informe publicado el martes que la Ley de la Casa Imperial "no entra en el ámbito" de su competencia, dijo que considera la norma de sucesión "contraria al objeto y propósito" de la convención de Naciones Unidas para eliminar la discriminación contra la mujer.

La sucesión en la monarquía nipona está definida por la Ley de la Casa Imperial vigente desde 1947, que establece que el Trono de Crisantemo, cuya línea hereditaria es la más antigua del planeta, queda reservado a los varones descendientes legítimos masculinos de la Familia Imperial.

En 2016, Japón se opuso al mismo organismo cuando se incluyó una recomendación para enmendar esta ley en un borrador de las observaciones finales del examen de ese año, y la versión final acabó sin ninguna referencia a la cuestión tras las protestas del país asiático.

Otra de las observaciones del grupo de expertos de la ONU respecto a Japón fue la revisión de su requisito de que las parejas casadas utilicen el mismo apellido, una disposición del Código Civil nipón que, en la práctica, suele obligar a las mujeres a adoptar los apellidos de sus maridos.

El Partido Democrático Constitucional de Japón (PDC), líder de la oposición, incluyó en su programa electoral una revisión de la Ley de la Casa Imperial que eliminaría la discriminación entre hombres y mujeres en la línea sucesoria, medida que atrajo a votantes en los pasados comicios.

Otro punto clave de esta formación que logró incrementar notablemente su representación parlamentaria -y dejar sin la mayoría con la que contaba la coalición gobernante- fue precisamente la reforma de la legislación sobre el cambio de apellidos en las parejas casadas. EFE

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