Jerusalén, 30 oct (EFE).- El Ejército de Israel continuó este miércoles con su campaña bélica en el Líbano, ordenando evacuar a los residentes de la localidad de Baalbek y suburbios próximos, en el noreste del Líbano, pese a los esfuerzos de EE.UU. para lograr un fin al conflicto.
"Las FDI actuarán con fuerza contra los activos de Hizbulá dentro de su ciudad y pueblos, y no tienen la intención de hacerles daño", dijo el portavoz castrense Avichay Adraee en X, adjuntando un mapa de las áreas que serán atacadas tanto en Baalbek como Ain Bourdai y Dors.
Desde el estallido del conflicto entre Israel y Hizbulá hace más de un año cerca de 3.000 personas han muerto en el Líbano, la mayoría de ellas a partir del 23 de septiembre cuando el Ejército israelí inició una campaña de bombardeos sin precedentes, especialmente en el sur, el este del país y los suburbios meridionales de Beirut.
Ayer, aviones de combate israelíes efectuaron dos bombardeos contra las afueras de la ciudad de Sidón, en el sur del Líbano, en los que murieron al menos seis personas, dos días después de que al menos nueve personas murieran y otras 38 resultaran heridas en una serie de ataques de Israel contra esta localidad costera.
Está previsto que mañana lleguen a Israel dos de los principales asesores del presidente de EE.UU., Joe Biden, para intentar cerrar un acuerdo que ponga fin a la guerra en el Líbano y permitir a los civiles desplazados de ambos lados de la frontera regresar a sus hogares, informó hoy el periódico Times of Israel y el medio norteamericano Axios.
Según estos medios, que citan funcionarios de ambos gobiernos, los asesores son Amos Hochstein, mediador para el conflicto entre Israel y Líbano, y Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para Oriente Medio y el Norte de África.
Su visita se produciría después de que anoche el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reuniera con varios ministros y altos cargos de Defensa y de inteligencia para discutir un posible acuerdo, que según fuentes conocedoras revelaron al Canal 12, implicaría la reimplementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra de 2006 en Líbano.
Pero también, este acuerdo prevé un anuncio de alto el fuego de 60 días durante el que llegar a un acuerdo final, garantías de que Israel mantendrá libertad de acción contra el rearme de Hizbulá, así como la no presencia armada de Hizbulá al sur del río Litani y el despliegue de unos 8.000 soldados libaneses a lo largo de la frontera con Israel. EFE