El significado de la 'kumiya', la daga de oro que Mohamed VI regaló a Macron

La daga 'kumiya', símbolo de la colaboración entre Marruecos y Francia, rememora la valentía de los soldados marroquíes durante la Segunda Guerra Mundial y su papel en la liberación de Francia

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Rabat, 30 oct (EFE).- La daga de oro que regaló Mohamed VI al presidente francés, Emmanuel Macron, a su llegada este lunes a Rabat para su primera visita de Estado simboliza la madurez y recuerda a los combatientes marroquíes que participaron en la liberación de Francia de los nazis.

Fabricada en oro y con un mango de marfil adornado con piedras preciosas, el monarca entregó la daga al presidente galo en el Palacio Real de Rabat poco después de que Macron aterrizara en la capital marroquí, que este miércoles dejó para regresar a Francia tras tres días de visita.

El historiador marroquí Mustapha Kadiri explicó a EFE que esta daga, conocida como 'kumiya', se usaba hasta los años 90 del siglo pasado como un adorno masculino y reflejaba la "responsabilidad" de los hombres, que la recibían en su boda como señal de su capacidad para formar un familia.

Aunque ya no se ve en las calles de Marruecos, los miembros de los grupos tradicionales de música amazigh (bereber), como 'Ahidús' y 'Ahuach', la siguen llevando como una muestra, dice Kadiri, de madurez y autocontrol, al tener un arma pero sin utilizarla.

La 'kumiya' se convirtió después de la Segunda Guerra Mundial en el símbolo de los soldados indígenas marroquíes que participaron en la liberación de Francia de la ocupación nazi. Estos soldados eran conocidos en francés como 'les goumiers', un término que hace referencia precisamente a esta daga, su marca distintiva.

Según Kadiri, tras la disolución del ejército francés por los nazis, el gobierno en el exilio de Charles de Gaulle convirtió a estos 'goumiers' -que estaban en el protectorado francés en Marruecos- en el núcleo de sus nuevas fuerzas armadas.

Los 'goumiers' se unieron a las filas de los aliados después del desembarco del Ejército estadounidense en Casablanca en noviembre de 1942, y ese mismo año participaron en la primera batalla de Túnez contra las tropas de las potencias del eje.

Casi un año después, el 20 de septiembre de 1943, un total de 3.000 'goumiers', dirigidos por el teniente coronel Pierre Boyer de Latour, desembarcaron en Ajaccio, capital de Córcega, lo que supuso el inicio de la liberación, varios meses antes de la batalla de Normandía.

"Cuando Francia mira hacia estos últimos 80 años de relaciones franco-marroquíes, lo primero que siente es gratitud por todos esos hombres que vinieron de Marruecos para liberar nuestra patria del yugo del ocupante", dijo Macron este martes en su discurso ante el Parlamento marroquí en homenaje a los 'goumiers'. Unos hombres que, agregó, "pagaron el precio de la sangre por nuestra libertad". EFE

(foto)

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