Nueva Delhi, 30 oct (EFE).- El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, se reunió este miércoles en Bangladés con el jefe del Ejecutivo interino, el nobel de la Paz Muhammad Yunus, al que informó sobre los avances en la investigación de la ONU sobre la violenta represión de las protestas estudiantiles que provocaron la caída del Gobierno de Sheikh Hasina.
"El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, visitó al asesor jefe, Muhammad Yunus, en su oficina en Dacca el miércoles", informó en un comunicado la oficina del jefe del Gobierno provisional.
Durante su encuentro, celebrado en el segundo y último día de visita de Türk a este país asiático, el alto comisionado informó a Yunus de los avances de la investigación que una misión de la ONU está desarrollando en Bangladés, acerca de la violencia con la que las fuerzas de seguridad trataron de contener las protestas que sumieron al país en el caos entre julio y agosto.
"Türk dijo al asesor jefe que la misión de investigación independiente de la ONU (...) espera finalizar su informe para la primera semana de diciembre", agregó el comunicado.
Las protestas encabezadas por estudiantes universitarios estuvieron dirigidas contra el Gobierno de Hasina, y tras semanas de violencia, propiciaron la dimisión y huida a la India de la exmandataria.
La ONU investiga desde agosto la violenta represión de las protestas, en las que murieron al menos 700 personas, según el Ejecutivo provisional, con la finalidad no solo de establecer las violaciones ocurridas durante su transcurso, sino también sus causas y hacer recomendaciones dirigidas a que se haga justicia.
La situación de los refugiados rohinyás en Bangladés fue otro de los puntos de la reunión, según el comunicado del Gobierno bangladesí, que detalló que Yunus buscó el apoyo de la ONU para crear una zona segura en la vecina Birmania (Myanmar) para favorecer el regreso de los miembros de esta discriminada minoría étnica a su país de origen.
En este sentido, Yunus advirtió el pasado septiembre de que Bangladés ha alcanzado su límite con más de 1,2 millones de refugiados rohinyás.
El flujo de refugiados rohinyás hacia Bangladés se intensificó en 2017, cuando unos 774.000 refugiados escaparon al país durante la ola de violencia del Ejército birmano, una operación que la ONU calificó de limpieza étnica y posible genocidio. EFE