Canadá vincula al ministro del Interior de Modi con un complot para atacar a líderes sij

Canadá acusa al ministro del Interior indio de implicación en un plan de ataques contra líderes sij en su territorio, intensificando las tensiones diplomáticas entre Canadá e India tras el asesinato de Hardeep Singh Nijjar

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El Gobierno de Canadá ha apuntado este miércoles al ministro del Interior de India, Amit Shah, un estrecho aliado del primer ministro, Narendra Modi, como posible responsable de un complot para atacar a líderes y separatistas sij en territorio canadiense.

A pesar de que las autoridades indias ya han rechazado en el pasado acusaciones de este tipo, las declaraciones han provocado un nuevo aumento de la tensión ente las partes un año después de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmara que existían indicios que apuntaban a las autoridades indias como últimas responsables del asesinato del líder sij Hardeep Singh Nijjar.

La Policía Montada de Canadá ha indicado que han obtenido informaciones sobre la presunta implicación de miembros del Gobierno indio, que habrían actuado como cómplice de delitos en Canadá, entre ellos asesinatos, extorsiones e intimidaciones.

En este sentido, el comisario Mike Duheme ha explicado que existen pruebas sobre la implicación de diplomáticos y personal consular indio, que habrían estado recopilando información que luego sería utilizada por Nueva Delhi para dar directrices a organizaciones delictivas que llevan a cabo actos violentos en Canadá.

Sus declaraciones se han sumado a otras similares recogidas en primera instancia hace unas semanas por el diario estadounidense 'The Washington Post', donde aseguraban que el Gobierno indio estaba implicado en estos actos. Estas mismas fuentes han identificado precisamente a Shah como el principal responsable de los ataques contra población sij.

Este martes, el viceministro de Exteriores de Canadá, David Morrison, ha asegurado que un alto cargo del Gobierno indio habría autorizado una campaña para intimidar o asesinar a estos ciudadanos, muchos de los cuales cuentan con la ciudadanía canadiense. Morrison se ha sumado así a otros altos cargos del Gobierno que han testificado ante una comisión de seguridad del Parlamento de Canadá en relación con este asunto.

Shah ha sido descrito como el "segundo hombre más poderoso" de India y es uno de los confidentes más cercanos de Modi. Sin embargo, las autoridades canadienses únicamente habían señalado hasta ahora que podía haber algún alto cargo cercano a Modi implicado, sin dar más detalles al respecto.

Por su parte, el grupo Sikhs for Justice ha pedido que se impute a Shah por sus acciones y lo ha acusado de "convertir las agencias de seguridad indias en una herramienta para perseguir y eliminar a activistas más allá de sus fronteras".

"El asesinato de Hardeep Singh Nijjar en suelo canadiense no es sólo un crimen aislado. Es parte de una política bien pensada ejecutada bajo las directivas de Shah para aplastar las voces de los sijs que abogan por la autodeterminación y la justicia", ha dicho, según ha recogido la cadena de televisión CBC.

AUMENTO DE LA TENSIÓN

La situación ha llevado India y Canadá a expulsar a sus representantes diplomáticos en sus respectivos países en relación con el asesinato de Nijjar, dirigente separatista sij y líder de la Fuerza de los Tigres de Jalistán, que fue tiroteado el 18 de junio de 2023 en Surrey.

Nijjar era el líder de un grupo independentista que aspira a la independencia del histórico Imperio Sij en Jalistán y que había preparado atentados en la provincia de Punyab.

No obstante, el caso canadiense no es el único que involucra a India en ataques contra separatistas en suelo extranjero. Estados Unidos ha acusado también a antiguos miembros del servicio de Inteligencia indio de dirigir un supuesto complot para acabar con la vida del separatista sij Gurpatwant Singh Pannun, ciudadano con doble nacionalidad y crítico con el Gobierno indio.

India apenas se ha pronunciado al respecto durante el último año y ha afirmado que tiene intención de investigar formalmente este tipo de acusaciones, que han puesto a prueba las relaciones de Estados Unidos y Canadá con China.

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