Moscú, 30 oct (EFE).- La oposición bielorrusa alerta de que los presos políticos de la conocida como última dictadura de Europa pueden correr la misma suerte que el fallecido líder opositor ruso, Alexéi Navalni, si no son próximamente indultados o canjeados por Occidente.
"Hay una treintena de personas que puede ser que no sobrevivan. Su vida está amenazada y pueden morir en cualquier momento. Cómo mínimo, seis han muerto en los últimos tres años. De ellos, tres este mismo año", comentó a EFE Tatsiana Jómich, hermana de la encarcelada dirigente opositora María Kolésnikova.
La oposición en el exilio confía en que un pronto fin de la guerra en Ucrania, sumado a las elecciones presidenciales de enero en Bielorrusia, aceleren la liberación de los presos, entre los que figura Ales Bialiatski, Nobel de la Paz en 2022.
La familia de Kolésnikova, que se hizo famosa por hacer un corazón con sus dos manos durante las protestas contra el fraude electoral (2020), denuncia que hace 20 meses que no tiene contacto con la música reconvertida en política que cumple ya más de cuatro años en prisión.
"Lo que sabemos es que Masha se encuentra ya 20 meses en completo aislamiento. Sin llamadas ni cartas ni visitas. Además, se puede decir que hoy no tiene abogado", señala.
Explica que su hermana se encuentra en una celda de la sección de la prisión de la región de Gómel destinada a aquellos presos que son objeto de "castigos a largo plazo".
"Está sola. No puede relacionarse con otros presos. Si va a algún sitio, la acompañan varios funcionarios para que no se comunique con nadie", indica.
A finales de 2022 Kolésnikova fue operada de una úlcera perforada, por lo que la última vez que recibieron información de ella "había perdido 15 kilos".
"Pesaba 45 kilos. Prácticamente, está pasando hambre", señala horrorizada sobre su hermana, que fue condenada a 11 años de cárcel.
En la misma situación de "incomunicado" se encuentran un total de cinco opositores. Tres aspirantes a la Presidencia -Víktor Babariko, Serguéi Tijanovski y Nikolái Statkévich-, el abogado Maxim Znak y el periodista Ígor Losik.
"Esperemos que no lleven la situación a un mayor deterioro de su salud o incluso hasta su muerte. No quiero ni pensar en ello", confiesa.
La hermana reconoce que "mujeres que estuvieron en la misma sección de la prisión que Masha compararon su situación con la de Navalni debido a su mal aspecto".
"Espero que las autoridades entiendan el riesgo. (Una muerte) Sólo complicaría la situación", dijo.
Los funcionarios de prisiones "siempre encuentran motivos" para castigar al preso, aunque sea "un botón mal abrochado" o, como en el caso de su hermana, una mala respuesta, lo que supone un recorte del escaso dinero que reciben para comprar productos en la tienda de la prisión.
A Kolésnikova los funcionarios le dicen que "se han olvidado de ti", aunque su padre, de 68 años, ha pedido en numerosas ocasiones ver a su hija.
La única buena noticia es que el presidente, Alexandr Lukashenko, ha indultado a más de un centenar de presos en los últimos meses, algunos por motivos de salud.
En su momento Kolésnikova rechazó la opción del indulto e incluso en su última entrevista aseguró que no lamentaba haber apoyado las protestas, pero ahora su hermana considera que "debe hacer todo lo que pueda para salir de allí, para sobrevivir".
"Muchos solicitan el indulto. Ella podrá hacer mucho más en libertad que entre rejas, teniendo en cuenta la falta de perspectivas de cambio democrático en Bielorrusia. No sé lo que ella piensa, ya que no tenemos contacto", apunta.
Precisamente, Lukashenko se mostró dispuesto la pasada semana a estudiar una solicitud de indulto por parte de la opositora de 42 años, aunque puso condiciones.
"Tenemos una ley. Una persona reconoce su culpa y se dirige al presidente con una petición de indulto", explicó.
Además, Jómich expresó la esperanza de que su hermana sea incluida en una futura lista de canjes entre el Kremlin, la Unión Europea y Estados Unidos.
"Para muchos bielorrusos fue una gran decepción que no hubiera bielorrusos en el gran canje de agosto pasado entre Occidente y Rusia. Hay una evidente falta de voluntad política por parte occidental (...) Les recuerdo que es una cuestión de vida o muerte", señaló.
Al respecto, considera que Lukashenko quiere reducir su extrema dependencia de Rusia para lo que necesita el reconocimiento exterior, por lo que ella insta a Occidente a ofrecer una alternativa al régimen.
"Existe una amenaza de mayor rusificación y anexión (...) Occidente no debe ver a Bielorrusia como parte de Rusia. Bielorrusia tiene un papel en la guerra, pero es menor que el ruso", insiste.EFE
(Recursos de archivo en www.lafototeca.com 12709432, 12709431, 5169583)