Lima, 29 oct (EFE).- El ministro peruano de Cultura, Fabricio Valencia, expresó su respaldo a las investigaciones arqueológicas en el observatorio solar preincaico de Chankillo, declarado patrimonio de la humanidad en 2021, al reafirmar que el Estado tiene la "obligación de protegerlo" tras ser considerado una "obra maestra del genio creativo humano", según informó su despacho este martes.
Valencia visitó el lunes la ciudad de Casma, en la región Áncash, para recorrer el Complejo Arqueoastronómico de Chankillo, considerado el observatorio solar más antiguo de América y el único en el mundo antiguo que ha incorporado un calendario de horizonte solar completo.
En el lugar, el ministro recordó que ha sido un "gusto" ser el más reciente sitio inscrito en la Lista Representativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En tal sentido, destacó que "Chankillo es el observatorio en el mundo, que tiene esas características únicas y, es por eso que, el sector Cultura tiene la obligación de protegerlo".
Valencia remarcó la importancia de que continúen las investigaciones arqueológicas en el sitio, cuyas evidencias se extienden a lo largo de diez milenios, para poner en valor los hallazgos, a cargo del experto Iván Ghezzi, responsable de los estudios sobre Chankillo.
"En 2021, la Unesco declaró a Chankillo, bien inmueble prehispánico en la región Áncash, como patrimonio mundial por tratarse, entre otros criterios, de 'una obra maestra del genio creativo humano'”, resaltó el ministro de Cultura.
Por otro lado, Valencia también hizo una visita de inspección a la Zona Arqueológica de Caral, declarada igualmente patrimonio mundial de la Unesco en 2009, y ubicado asimismo en Lima.
Al conmemorarse 30 años del inicio de las investigaciones en Caral por parte de la arqueóloga Ruth Shady, el ministro peruano acudió a supervisar la gestión integral del lugar, así como la Casa del Arqueólogo, ubicada en la misma zona.
Valencia verificó los terrenos del Ministerio de Cultura en la Ciudad Sagrada de Caral-Supe, una ciudadela de barro de más de 5.000 años donde se han desalojado recientemente a invasores, tras las denuncias presentadas por Shady por la presencia de mafias de tráfico de tierras en este sitio arqueológico.
El ministro visitó además el taller de conservación, donde se desarrollan, experimentalmente, las mismas técnicas constructivas de los antiguos pobladores de Caral y se realizan las mezclas de los materiales que servirán para las labores de conservación y restauración de monumentos. También recorrió la plaza circular hundida, denominada "anfiteatro" en la Zona Arqueológica de Caral, donde comprobó la gran acústica del lugar y observó el resultado de las excavaciones que se realizaron, entre las cuales se encontraron flautas de hueso de pelícano y cornetas en huesos de camélidos. EFE