Montevideo, 29 oct (EFE).- El uruguayo Peñarol recibirá este miércoles al brasileño Botafogo en el estadio Centenario, donde el partido enmarcado en las semifinales de la Copa Libertadores finalmente se jugará con público de ambos equipos.
Este martes, en una rueda de prensa, el presidente del conjunto uruguayo, Ignacio Ruglio, indicó que el club negoció durante todo el día con la Conmebol y que la respuesta que recibió siempre fue la misma.
En ese sentido, explicó que si el partido no se jugaba con hinchada de los dos equipos, se llevaba a cabo a puertas cerradas o en el exterior.
"Conmebol ya tiene varios antecedentes y obviamente es quien organiza los campeonatos", apuntó Ruglio, quien recordó la final de Copa Libertadores que los argentinos River Plate y Boca Juniors jugaron en el Santiago Bernabéu de Madrid en diciembre de 2018.
Asimismo, remarcó que el área deportiva del club, los futbolistas y los dirigentes querían jugar el encuentro con el público de Peñarol en las tribunas.
Horas antes de esta conferencia de prensa, la Policía Nacional de Uruguay brindó una en la que indicó que en el estadio Centenario hay garantías para que el partido entre Peñarol y Botafogo se juegue con público de ambos equipos en las tribunas.
"Ante la probabilidad que se está manejando actualmente por parte de las autoridades de que se juegue en el estadio Centenario, la Policía Nacional y el Ministerio del Interior estamos de acuerdo que se pueda jugar ahí", indicó en una rueda de prensa su director, José Manuel Azambuya.
Este lunes, el Ministerio del Interior había decidido que el encuentro debía jugarse sin público visitante, tras los incidentes ocurridos la semana pasada en Brasil.
"Los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Río de Janeiro desencadenaron una serie de sucesos que aumentan en clima hostil, que no hacen más que pone en evidencia el alto riesgo que supone la disputa de dicho encuentro deportivo con ambas parcialidades", detalla una carta enviada el lunes desde el Ministerio a la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Ese mismo día, el conjunto brasileño pidió que Peñarol sea sancionado por la presunta violación a los reglamentos de la Copa Libertadores en caso de que se mantuviera la decisión.
Mientras tanto, el Gobierno de Brasil afirmó este martes que trabaja para garantizar la seguridad de los aficionados del Botafogo que viajen a Uruguay para asistir este miércoles al partido de vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores.
La Cancillería informó en un comunicado que abrió un "canal de diálogo" con el Gobierno uruguayo para comunicar "las preocupaciones relativas a la seguridad de los aficionados brasileños".
"La protección y el bienestar de nuestros ciudadanos son la máxima prioridad para el Gobierno", señaló el Ministerio de Exteriores, antes de apuntar que el Consulado de Brasil en Montevideo monitorea "atentamente" la situación.
Así, la Conmebol finalmente anunció este martes que el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores entre Peñarol y Botafogo se jugará en el estadio Centenario y no en el Campeón del Siglo, sede del conjunto uruguayo, en atención a las recomendaciones de seguridad de las autoridades locales.
Por lo tanto, este miércoles, Peñarol y Botafogo se enfrentarán desde las 21:30 hora local (00:30 GMT) en el estadio Centenario.
La final de la Copa Libertadores se jugará el 30 de noviembre en el estadio Más Monumental del barrio de Nuñez en Buenos Aires, Argentina. EFE