Andrea Sanz Yus
Valdivia (Chile), 29 oct (EFE).- La ciudad chilena de Valdivia no solo cuida su “identidad medioambiental" a través de sus humedales y ecosistemas de la mano de la comunidad local, si no que va más a allá en su apuesta pionera y trabaja para convertirse en la primera Ciudad Humedal de la Convención Ramsar en América Latina.
“Con este reconocimiento podemos mostrarle al mundo uno de nuestros elementos de identidad”, dijo a EFE la directora de la Secretaría Comunal de planificación de la municipalidad de Valdivia, Javiera Maira, entre los árboles del Humedal Angachilla de la ciudad, donde además destacó el compromiso de la localidad con “soluciones basadas en la naturaleza”.
“La forma en la que construimos infraestructura es un criterio, cada vez más, de infraestructura verde. Esto implica resolver aspectos de la funcionalidad de la ciudad pero sin cargarnos este elemento que hoy día nos permite regular inundaciones, servicios ecosistémicos asociados a la recreación, a la calidad del agua y a mucho más”, insistió Maira.
La Convención Ramsar sobre Humedales de Importancia Internacional fue adoptada en 1971 y tiene por objetivo promover acciones nacionales y la cooperación internacional para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
Chile es parte de la Convención desde noviembre de 1981 y cuenta con dieciséis sitios Ramsar, con una superficie total de 363.027 hectáreas.
Los humedales urbanos o “ecosistemas en transición entre el agua y la tierra”, como los definió la investigadora del Centro de Humedales Río Cruce (CEHUM) de la Universidad Austral de Chile (UACh), Marcela Marquez a EFE en el Humedal de Catrico, no son solo el hogar de cientos de plantas, animales y diversa biodiversidad, sino que además actúan como depuradores y filtradores de agua.
“Hay humedales de todo tipo y cumplen funciones muy importantes, prestan servicios ecosistémicos muy valiosos, ya sea la recreación, educación ambiental, el poder soportar la lluvia y los ciclos del agua, los ciclos de la vida, los nutrientes o hacer de biombo acústico”, dijo a EFE la bióloga del CEHUM, Valentina Rosales.
“Los humedales son nuestros pulmones”
“Ojala nunca se terminen los humedales, porque como dice ‘Anita’, son nuestros pulmones, sin ellos no tendríamos oxígeno y aquí cada cosa tiene su espacio. La naturaleza viva es lo más hermoso que hay”, dijo a EFE Rosa Sánchez, vecina valdiviana, que junto a su compañera Ana Villanueva se encargan de limpiar los humedales de la zona.
Hace más de quince años que Ana y Rosa junto a más personas de la comunidad, comenzaron a limpiar el humedal de Angachilla ya que la falta de cuidado, relevancia y visión ecológica, habían transformado estos ecosistemas en basurales.
“Cuando empecé venía todos los días, a cortar el pasto, exceso de hierbas, sacar la basura que venía de las constructoras y los deshechos. Ahora el parque ya se encuentra libre de todo eso, y mantenerlo es fácil. En la época de la pandemia, esos dos años que no podíamos salir, yo los dediqué exclusivamente a mantener este parque perfecto”, contó Villanueva.
Los humedales, según contó la investigadora Marquez, presentan muchas amenazas, por ello la gran labor de conservación de la región y las advertencias como el no construir en humedales, no contaminar las aguas, el peligro de las especies invasoras y la tenencia irresponsable de mascotas en la zona que son una amenaza para las aves y la transmisión de enfermedades.
Chile cuenta con más de cuarenta mil humedales, y según el inventario Nacional de Humedales, Valdivia es la comuna con mayor número de humedales urbanos a nivel regional y la segunda a nivel nacional.
Asimismo,en el marco del inicio de la COP16 de Biodiversidad, Valdivia cuenta ya con más de 914 hectáreas que se aglutinan en cinco humedales protegidos bajo la ley de humedales urbanos. EFE
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