El vicepresidente de Kenia, Rigathi Gachagua, ha presentado ante el Tribunal de Apelaciones de Kenia una petición para detener el proceso de destitución por el que el 17 de octubre fue cesado por el Parlamento tras no testificar en un juicio político contra él cuando estaba en el hospital.
Gachagua ha solicitado al Tribunal de Apelaciones que emita una orden judicial para detener el juicio político y ha planteado objeciones sobre la legitimidad del tribunal del Supremo de tres jueces que preside su caso.
Su abogado, John Njomo, ha puesto en tela de juicio los poderes ejercidos por la vicepresidenta del Tribunal Supremo Philomena Mwilu. "El demandante sostiene que la sentencia en cuestión se basa no solo en una interpretación errónea, sino también en una violación de los artículos (...) ya que la Constitución otorga el poder de nombrar y asignar jueces únicamente al presidente de la Corte Suprema, por lo tanto no tiene poder para asignar y nombrar magistrados", ha reiterado, según recoge el periódico 'Daily Nation'.
A través de su defensa, el vicepresidente ha insistido en que el fallo de los jueces es erróneo, y que los jueces se han equivocado en la interpretación de la Constitución.
Gachagua fue destituido el 17 de octubre por el Parlamento tras no testificar, si bien la medida fue suspendida pocas horas después por el Tribunal Supremo de Kenia, que está estudiando el recurso presentado por el político. De confirmar la medida, se convertirá en el primer vicepresidente en ser destituido en la historia del país africano.
El exvicepresidente ha impugnado todo el proceso que condujo a su destitución, argumentando que los cargos que se le imputan carecen de fundamento y que las pruebas presentadas ante el Parlamento son insuficientes. De esta forma, habló de "acusaciones infundadas y falsas" contra él.