Ciudad del Vaticano, 29 oct (EFE).- El cardenal estadounidense Sean Patrick O'Malley consideró este martes que el primer informe sobre la gestión de los abusos en todo el mundo, que él mismo ha dirigido, supone una "transición" hacia una mayor "acogida" de las víctimas dejando atrás "un periodo oscuro" y "pecaminoso".
"Respetamos el testimonio valiente de las víctimas, reconocemos que estáis cansados de palabras vacías, pero vuestro sufrimiento nos demuestra que como iglesia fallamos en vuestra protección", admitió en la presentación del "Primer Informe sobre las políticas y procedimientos de la Iglesia" para la protección de los menores.
O'Malley, de la orden de los capuchinos, preside la Comisión para la Tutela de los Menores instituida por el papa Francisco en 2014 para hacer frente a la crisis por los abusos y ha dirigido el primer informe anual sobre la gestión de este escándalo en veinte iglesias y varias congregaciones religiosas del mundo el pasado año.
El texto señala las luces y las sombras de la respuesta de cada ente analizado ante casos de abusos y, entre muchas otras cosas, recomienda brindar toda la información requerida por las víctimas y acelerar los procesos y las dimisiones de responsables acusados.
"Este informe piloto representa una instantánea del proceso de conversión que todos hemos iniciado hacia una mayor cercanía, acogida y apoyo a las víctimas y supervivientes en sus peticiones de justicia y sanación", indicó en la rueda de prensa.
El cardenal reconoció que la iglesia católica "no ha defendido" a los afectados por esta lacra: "Nos hemos resistido a comprenderos y todo lo que hagamos no bastará nunca para reparar el daño que habéis sufrido, pero esperamos que este informe y los que vendrán puedan asegurar que estos eventos terribles no se repitan", auguró.
En este sentido, agradeció a las víctimas de este "incalculable número de experiencias dolorosas" cuya "dignidad humana ha sido repetidamente violada".
"Sus historias nos revelan un periodo carente de confianza en el que los líderes de la Iglesia trágicamente decepcionaron a quienes estamos llamados a seguir, un periodo sin profesionalidad en el que los líderes de la Iglesia tomaron decisiones sin respetar los procedimientos o estándares básicos para proteger las víctimas", lamentó.
Y agregó: "Ha sido un periodo oscuro en el que la desconfianza ha obstaculizado la capacidad de la iglesia de ser testigo del amor de Cristo".
Sin embargo, este tiempo pasado "oscuro" abre, a su parecer, un "segundo periodo" marcado por "la responsabilidad, el cuidado y la preocupación" por las víctimas, planteando protocolos para crear "espacios seguros" y procesos de acompañamiento de los casos, con pastores y laicos "adiestrados y formados" para saber responder. EFE
(audio)(foto)(vídeo)