Las autoridades locales de Ucrania han confirmado este martes el cerco a la ciudad de Kupiansk, situada en la provincia de Járkov, en medio del "colapso" del frente oriental del que han alertado otros altos mandos y de la toma de nuevas localidades por parte de las fuerzas rusas en otras regiones como Donetsk.
"El enemigo se encuentra a una distancia de entre dos y tres kilómetros", ha contado este martes en la televisión ucraniana el alcalde de Kupiansk, Andri Besedin, quien ha informado de "bombardeos constantes" por parte del Ejército ruso.
Besedin ha señalado que Rusia ha destruido gran parte de las infraestructuras civiles y ha destacado el uso de bombas guiadas de una "gran capacidad de destrucción", horas después de el Ejército ucraniano confirmara el "colapso" del frente oriental ante el cansancio de las tropas y la falta de armamento.
El alcalde ha informado de que algunas instituciones siguen trabajando en la margen derecha del río Oskil, si bien el suministro de agua se ha visto interrumpido por uno de estos ataques. En ese sentido, ha afirmado es imposible predecir cuál ser la situación dentro de una semana.
Mientras tanto, continúa la evacuación obligatoria de una ciudad, que va despoblándose a medida que pasan los días. Apenas 2.500 personas continúan en la parte del margen derecho del río, mientras que 1.4000 permanecen en lado contrario.
En las últimas horas, la parte de la provincia de Járkov que continúa bajo control ucraniano ha vuelto a ser bombardeada por las fuerzas rusas. Al menos cuatro personas han muerto y otras once más han resultado heridas.