Ginebra, 29 oct (EFE).- La explotación sexual y la prostitución en Cuba han aumentado debido a la pobreza y el hambre, exacerbadas por las restricciones al comercio y las sanciones, advirtió el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer, que pidió a las autoridades cubanas una mayor lucha contra esta situación.
Aunque Cuba lanzó un plan para combatir el tráfico de personas para 2022-2024, la falta de leyes complementarias "da impunidad a los perpetradores" ya que, por ejemplo, adolescentes mayores de 16 años no están protegidas, aseguró este martes el comité en su novena revisión de la situación en Cuba, que cubre el periodo 2013-2024.
En su informe, el comité de Naciones Unidas también ve insuficientes las ayudas a las víctimas de esta explotación o los esfuerzos por combatir la prostitución de mujeres y niñas en áreas turísticas.
Subraya que las mujeres afrocubanas y aquellas que viven en entornos pobres y zonas rurales son especialmente vulnerables a este tipo de explotación.
El documento añade que el impacto de las sanciones de Estados Unidos, empeorado por medidas como la nueva inclusión en 2021 de Cuba en su lista de países que patrocinan el terrorismo, han contribuido a la carestía de alimentos, medicinas, combustible y otros bienes básicos, algo que "impacta desproporcionadamente a mujeres y niñas".
El deterioro de la economía cubana ha contribuido a protestas que han sido respondidas "de manera extrema" por las autoridades, recordó el comité, que denunció amenazas, ataques, violencia de género, estigmatización, acoso e intimidación a mujeres que participaron en esas manifestaciones de descontento, particularmente importantes en 2021.
También ha habido este tipo de abusos contra defensoras de derechos humanos, mujeres periodistas y otras que abogan por los derechos de mujeres lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexuales, señaló el informe del comité, formado por 22 expertas y un experto de Naciones Unidas.
El comité, sin dar cifras, expresó preocupación por el alto número de feminicidios, violaciones, asaltos sexuales y otros crímenes sufridos por mujeres en Cuba, particularmente afrodescendientes, y la falta de lugares acondicionados por el Estado para servir de refugio a las víctimas de la violencia doméstica.
Su informe celebra la alta representación de las mujeres en el parlamento cubano (un 55,7 % de los escaños están ocupados por ellas), pero señala que esto no se extiende a otras esferas de influencia.
Por ejemplo, solo cinco de los 25 ministerios en la isla están encabezados por mujeres y solo cuatro de los 17 puestos del Buró Político del Partido Comunista de Cuba.
El comité de Naciones Unidas, presidido actualmente por la española Ana Peláez, vigila el cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, del que Cuba es Estado firmante.
La sesión de revisión se celebró el 18 de octubre y en ella la delegación cubana estuvo encabezada por la viceprimera ministra del país Inés María Chapman. EFE