Redacción deportes, 29 oct (EFE).- El Southampton, colista de la Premier League con sólo un punto de 27 posibles, tomó aire en la Copa de Inglaterra y se llevó una alegría entre la depresión tras superar 3-2 al Stoke City gracias a un tanto sobre la bocina de James Breel, que alivió el sufrimiento de sus compañeros con un misil salvador con el que su equipo alcanzó los cuartos de final.
El Southampton estuvo a punto de desperdiciar una ventaja de dos tantos para resolver la eliminatoria en los 90 minutos reglamentarios. Desatado en la primera parte, el equipo dirigido por Russell Martín llegó al descanso con una buena renta de diferencia gracias a los aciertos de Taylor Harwood-Bellis, que marcó de cabeza a la salida de un córner, y de Adam Armstrong, que no desperdició un penalti para celebrar el 2-0.
Sin embargo, en la segunda parte el Stoke City reaccionó y en apenas diez minutos consiguió subir las tablas al marcador. Primero, gracias a Ashley Phillips, que no despercidió un rechace dentro del área para acortar distancias; y segundo, con una aparición en el segundo palo de Thomas Cannon que sorprendió al Southampton, con algo más de media hora por delante para evitar llevar la eliminatoria a los penaltis.
Lo consiguió sobre la bocina, con la aparición de Bree, que con un derechazo desde fuera del área solucionó un problema para su equipo, que encontró en la Copa de Inglaterra un alivio a todos los males que vive en la Premier League. EFE