Yoshihiko Noda, el líder progresista que podría desbancar al todopoderoso PLD

Yoshihiko Noda busca consolidar una coalición opositora para desafiar al Partido Liberal Democrático, marcando un posible cambio histórico en la política japonesa tras más de una década de dominio

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Tokio, 28 oct (EFE).- Yoshihiko Noda, ex primer ministro de Japón entre 2011 y 2012 y actual líder del progresista Partido Democrático Constitucional (PDC), la principal fuerza opositora, opta a encabezar una coalición que desbanque al partido conservador gobernante por primera vez en quince años.

El político de 67 años, de carácter reservado y alejado de los focos, fue ministro de Finanzas antes de asumir el puesto de primer ministro en agosto de 2011 y entre otras cosas es recordado por haber aumentado el impuesto sobre el valor añadido (IVA) en Japón del 5 % al 10 % en 2012.

Esta impopular medida fue un factor clave para su derrota ese mismo año frente al Partido Liberal Democrático (PLD), entonces liderado por histórico mandatario asesinado en 2022, Shinzo Abe.

Tras los comicios de este domingo, Noda se coronó como gran triunfador junto a su formación tras incrementar su representación parlamentaria desde los 98 escaños hasta los 148, mientras que el PLD, fuerza gobernante hasta el momento, registró una aguda caída hasta los 191 escaños respecto a los 256 que poseía de los anteriores comicios.

 Se trata de la primera vez desde 2009 en que el PLD pierde en unos comicios la mayoría suficiente para gobernar.

Oriundo de Chiba (este de Tokio), Noda fue presidente del progresista Partido Democrático de Japón, que desapareció en 2016 y dio lugar al actual PDC, que buscará ahora una coalición con otras fuerzas de distinto signo.

Noda gobernó Japón durante casi un año y medio tras aceptar el reto de encauzar la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto y el tsunami de 2011 y sanear las finanzas del país tras dos dimisiones seguidas dentro de su propio partido, formación que ganó las elecciones en 2009.

El antiguo primer ministro llegó a catalogar su paso por el poder como una difícil "escalada a una montaña", donde continuó el legado de su predecesor, Naoto Kan, con quien compartía la idea de sacar al país de su declive económico y afrontar la costosa reconstrucción tras la catástrofe natural y el desastre nuclear de Fukushima, y después de la crisis financiera internacional de 2008.

Esta compleja coyuntura y una gestión errática hacen que por lo general los japoneses guarden un recuerdo negativo del último Gobierno que no lideró el PLD, un factor que ha restado fuerza al partido opositor pese a su auge electoral.

Su actitud prudente y diplomática le ha ganado una buena fama en negociaciones, una ventaja que Noda espera utilizar para conseguir de nuevo el puesto de primer ministro, tras recibir el apoyo de una población "cansada" del PLD.

Hijo de un militar de la Unidad Terrestre de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) y nieto de agricultores, privado en consecuencia de linaje político que caracteriza a otros líderes japoneses, su postura ideológica está muy a la derecha del PDC.

Noda se inició en política a principios de los 90 en las filas del Nuevo Partido de Japón (NPJ), una formación creada por un antiguo militante del PLD, Morihiro Hosokawa, quién consiguió ser también primer ministro y que se separó del hasta entonces partido gobernante por otro caso de corrupción.

Su carácter alejado de los focos nunca le ayudó a ganarse el apoyo local. En cambio, su sentimiento nacionalista le valió duras críticas de los países vecinos al afirmar que los militares sepultados en el polémico santuario de Yasukuni, declarados criminales de guerra, eran inocentes.

Otra de sus políticas más recordadas es haber nacionalizado las islas Senkaku en 2012 tras adquirirlas el Estado nipón, lo que dio lugar a un enfrentamiento diplomático con China, que reclama su soberanía sobre estos islotes, y lo que sigue siendo el principal escollo entre los dos países.

Está por ver si el político nipón logrará alcanzar un consenso con partidos de perfil tan diverso como el comunismo o el populismo nacionalista para conformar una mayoría parlamentaria que pueda destronar el mandato casi ininterrumpido desde 1955 del PLD. EFE

(foto)

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