Londres, 28 oct (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, pidió este lunes "ignorar el coro populista de respuestas fáciles" y aceptar "la dura luz de la realidad fiscal" del Reino Unido, en vísperas de presentar el miércoles su primer presupuesto del Estado.
El líder laborista, que llegó al poder el pasado julio, aseguró que correrá "hacia las decisiones difíciles" a fin de conseguir eventualmente sus objetivos de "estabilidad, inversión y reforma", en un discurso en la región central inglesa de West Midlands.
Adelantó que la propuesta de presupuesto que presentará ante el Parlamento la ministra de Economía, Rachel Reeves, pondrá al país "en el camino del crecimiento a largo plazo" y de "reconstrucción de los servicios públicos, en lugar de un retorno a la austeridad".
Starmer subrayó que su Gobierno será claro sobre los desafíos financieros y no utilizará "como excusa" el legado recibido de los conservadores, que, recordó, dejaron un déficit presupuestario este año de 22.000 millones de libras (26.400 millones de euros).
El jefe del Ejecutivo reconoció que "nadie quiere subidas de impuestos ni recortes del gasto", como se prevé que incluya el presupuesto estatal, pero conminó a "ser realistas" sobre la realidad del Reino Unido, donde los servicios públicos están en mínimos y la economía ralentizada.
"Si la gente quiere criticar el camino que elegimos, es su prerrogativa, pero que planteen la alternativa", afirmó, en previsión de la oposición que podría generar su plan presupuestario.
"Si piensan que el Estado creció demasiado, que digan a los trabajadores qué servicios públicos recortarían. Si no creen que la inversión a largo plazo en infraestructura sea necesaria, que expliquen cómo harían crecer la economía", declaró.
Starmer, que cuenta con mayoría absoluta parlamentaria, dijo que el próximo presupuesto definirá sus prioridades y mantuvo que no piensa "cambiar el rumbo".
"El presupuesto iluminará el camino, y usaremos el poder del Gobierno para fomentar la estabilidad, la inversión y la reforma" en el país, manifestó. EFE