Tiflis, 28 oct (EFE).- El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Victor Orbán, quien llegó este lunes a Tiflis en una visita destinada a apoyar al partido gobernante, Sueño Georgiano, aseguró que el país caucásico no necesita los "sermones inútiles" de la Unión Europea (UE).
"Georgia es un Estado conservador, cristiano y europeísta. En vez de sermones inútiles, necesitan nuestro apoyo en su senda europea", escribió en X a su llegada al país, que celebró este sábado elecciones legislativas.
Orbán acompaña el breve mensaje con una foto de su llegada al aeropuerto de Tiflis, donde fue recibido por el viceprimer ministro, Leván Davitashvili, y la guardia de honor.
El dirigente húngaro, que llegó al país justo antes del comienzo de una multitudinaria protesta opositora contra el denunciado fraude electoral, se reunirá el martes con el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, líder de la formación gobernante.
La Unión Europea (UE) subrayó que Orbán, cuyo país desempeña la presidencia de turno de la UE hasta finales de año, no ha recibido ningún mandato del Consejo Europeo de cara a su visita al país caucásico.
El alto representante para Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, aseguró el lunes en Barcelona que "diga lo que diga, (Orbán) no representa a la UE".
Orbán viajó a Tiflis "seguramente a prestar y a manifestar su apoyo al Gobierno de Georgia, con el que está muy cercano", manifestó en declaraciones en Radio Nacional de España (la radio pública), recogidas por EFE.
"Ni el presidente de turno de la Unión, el presidente del Consejo, ni la presidenta de la Comisión tienen competencias en política exterior. Otra cosa es que la quieran tener", subrayó.
El dirigente húngaro ya irritó considerablemente a Bruselas cuando abrió la presidencia europea de su país visitando Rusia a principios de julio pasado.
Orbán felicitó el sábado a Kobajidze por su "aplastante victoria" en las elecciones legislativos incluso antes de conocerse los resultados oficiales, no reconocidos por la oposición georgiana.
En cambio, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, instó este domingo a las autoridades georgianas a que investiguen "seriamente" las "presuntas irregularidades" detectadas durante la votación y anunció su intención de "incluir a Georgia en la agenda" de la cumbre informal del próximo 8 de noviembre en Budapest.
En respuesta, el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, acusó a la UE de poner en cuestión la limpieza de las elecciones en Georgia.
"Nada nuevo bajo el sol: en las elecciones del sábado en Georgia no han ganado los designados por Bruselas y la corriente mayoritaria liberal, sino el partido gobernante que defiende la soberanía, la paz y la familia, que defiende abiertamente los intereses nacionales", afirmó el ministro, que integra la delegación que arribó hoy a Tiflis.
Sueño Georgiano, con el que Bruselas ha congelado las negociaciones de ingreso en la UE por su acercamiento a Rusia, ganó con el 53,92 % de los votos, según la comisión electoral.
La presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, enfrentada al Gobierno de su país desde hace meses, se ha negado a reconocer los resultados y ha llamado a los georgianos a protestar.
La misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) destacó la buena organización de los comicios, pero denunció "muchos casos de coerción" de los votantes y "frecuentes vulneraciones del secreto del voto", entre otras posibles irregularidades. EFE