Santiago de Chile, 27 oct (EFE).- El oficialismo chileno resistió este domingo en las elecciones municipales y, aunque perdió dos de sus alcaldías más importantes (Santiago Centro y Ñuñoa), logró mantener los liderazgos en comunas de peso como Maipú, en la periferia de la capital; Viña del Mar y Valparaíso, donde ganó por primera vez una mujer.
"Los triunfos electorales hay que recibirlos con mucha humildad, con mucha responsabilidad, porque no nos dan otro derecho que el de seguir trabajando incansablemente por los múltiples problemas que nuestra comuna todavía está enfrentando", señaló el reelegido alcalde por Maipú, Tomás Vodanovic, que con un 70 % arrasó en la segunda comuna más grande de Chile y ha sido el candidato con mayor votación de todo el país.
Tal y como indicaban los pronósticos, con el 87,3 % escrutado, la coalición que gobierna Chile logró conservar 110 alcaldes, pero perdió otros cuarenta en el conjunto del país, entre ellos Santiago Centro, que pasó a manos de la derecha tradicional bajo el liderazgo de Mario Desbordes, quien fue ministro de Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022); y Ñuñoa, el feudo del Frente Amplio del presidente Gabriel Boric y donde viven varios de sus ministros.
"Lo que logramos fue convencer a los santiaguinos de que nuestros cambios son reales, contundentes", declaró Desbordes.
Por su parte, Sebastián Sichel dijo que “Chile necesita mucho más encuentro y Ñuñoa (la comuna por la fue elegido alcalde) va a ser el inicio del encuentro entre chilenos”.
En tanto, Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialusta (PS), reconoció que la derrota de la alcaldesa comunista Irací Hassler en Santiago Centro "duele", pero subrayó que Chile "vota de una manera centrada" y que el oficialismo "mantiene una presencia importante".
Pese a la derrota de Hassler, el Partido Comunista mantuvo la alcaldía de la popular comuna de Recoleta, al oeste de la capital, con Fares Jadue, delfín del exedil Daniel Jadue (con el que no guarda parentesco, pese a la coincidencia de apellido), acusado de corrupción.
Fuera de la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital, Santigo Centro, los principales logros del oficialismo recayeron en las cercanas comunas de Viña del Mar, donde Macarena Ripamonti renovó su mandato; y Valparaíso, donde la frenteamplista Camila Nieto se alzo con la victoria.
Tal y como vaticinaban los sondeos, la derecha cosechó mejores resultados que hace cuatro años, cuando registró su peor balance en unas elecciones locales, y pasó de 87 alcaldes a 123. Su pérdida más significativa fue Puente Alto, donde ganó el independiente Matías Toledo tras casi tres décadas de control de los conservadores.
Toledo irrumpe por sorpresa tras liderar durante años la llamada Coordinadora Social Shishigang, reconocida por su trabajo de calle y de la que forma parte el cantante urbano Pablo Chill-E.
En la comuna capitalina de Las Condes, uno de los bastiones de la derecha tradicional, la independiente Catalina San Martín, exmilitante de la derecha liberal, le ganó el pulso a Marcela Cubillos, rostro de la conaiderada "derecha dura" y protagonista de uno de los escándalos de las últimas semanas por su millonario sueldo de más de 17.000 dólares al mes en una universidad concertada.
La ultraderecha del Partido Republicano, liderada por José Antonio Kast, no logró convertirse en primera fuerza de oposición en los municipios, pero obtuvo su primera comuna de la Región Metropolitana (Til Til) y otras siete en el resto del país.
Concepción, la principal ciudad del sur de Chile, fue para otra formación de ultraderecha, el Partido Social Cristiano, más radical que los republicanos.
Las elecciones municipales se celebraron en medio de una gran crispación política por distintos escándalos que salpican tanto al oficialismo como a la oposición de derecha y, además de alcaldes y concejales, se votaron también los gobernadores y consejeros de las dieciséis regiones del país. EFE
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