La Fiscalía de la ciudad de Filadelfia, en el estado de Pensilvania, ha ordenado a la Justicia que detenga el controvertido sorteo impulsado por el magnate Elon Musk en el que reparte un millón de dólares (unos 920.000 euros) entre votantes inscritos en el registro electoral después de que la Administración de Estados Unidos alertara de que esta rifa podría incumplir la normativa electoral.
Musk, propietario de la red social X y de la aeroespacial SpaceX, entre otras empresas, ya sorteó la semana pasada dos millones de dólares entre votantes inscritos en los estados de Míchigan y Wisconsin. Ahora el fiscal de distrito de Filadelfia, el demócrata Larry Kasner, ha presentado una demanda civil contra el magnate sudafricano y su comité independiente de campaña, America PAC, según informa la cadena estadounidense CNN.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos había enviado previamente una carta al America PAC en la que advertía de que estos sorteos --que desde Washington catalogan como "diarios"-- podrían constituir una violación de las leyes electorales a nivel federal al considerarlo como un pago por el registro de votantes.
Al respecto de este asunto también se ha manifestado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha catalogado esta iniciativa de Musk como "totalmente inapropiada", aunque no ha entrado a valorar si se trata de una maniobra legal o ilegal para captar votos en zonas que, presumiblemente, podrían decantar la balanza en los comicios de la semana que viene.
Musk se ha perfilado como un gran apoyo del candidato republicano, el expresidente Donald Trump, en su misión de regresar a la Casa Blanca cuatro años después que Biden le privara de su reelección. En esta ocasión es la actual vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien aspira a frustrar de nuevo las aspiraciones del también magnate.