El Gobierno de España junto con el de Eslovenia, Irlanda y Noruega, ha condenado la aprobación por parte de la Knesset o Parlamento israelí de la ley que prohíbe toda actividad de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Oriente Próximo (UNRWA) tanto en Israel como en los territorios palestinos y ha advertido de que sienta un precedente "muy grave" para la labor de las Naciones Unidas y de todas las organizaciones del sistema multilateral.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha defendido que la UNRWA tiene un mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que su labor es "esencial e irreemplazable" para millones de refugiados palestinos en la región, y en particular, en el contexto actual de Gaza.
"La legislación aprobada por la Knesset sienta un precedente muy grave para la labor de las Naciones Unidas y de todas las organizaciones del sistema multilateral", sostiene el comunicado.
En este sentido, España, Eslovenia, Irlanda y Noruega han asegurado que seguirán trabajando con los países donantes y de acogida para garantizar la viabilidad de la labor de la UNRWA y su papel humanitario.
Un total de 92 de los 120 diputados del Parlamento unicameral israelí han apoyado la iniciativa, mientras que diez han votado en contra. A favor de la propuesta han votado también partidos de la oposición como Yesh Atid, el Partido Unidad Nacional o Yisrael Beiteinu, informa el diario israelí 'Haaretz'.
Por su parte, el comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha reaccionado a la aprobación de la ley con una advertencia de que supone un "precedente peligroso" y que "solo profundiza el sufrimiento de los palestinos".
El proyecto de ley impide efectivamente que la UNRWA opere en territorio israelí y los territorios palestinos al revocar un texto de 1967 que sirvió de base para sus actividades.
Hace unas semanas, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, también solicitó al Parlamento israelí que anulara el procedimiento y recordó a Israel el fenómeno sin precedentes que supondría la prohibición de las actividades locales de una agencia de la ONU por parte de un estado miembro.
Israel, por contra, aduce desde hace años que la UNRWA es una agencia inoperante y, desde el estallido de la guerra de Gaza, cómplice de las milicias palestinas de Hamás en sus ataques al país. La propia Malinovsky denunció, durante la presentación del proyecto de ley, que la agencia "no debería ni existir" e incluso acompañó su propuesta de una solicitud para declarar a la UNRWA como una organización terrorista, finalmente desestimada.
Israel acusó el pasado marzo a "un número significativo" de trabajadores de la UNRWA de "ser miembros de organizaciones terroristas", lo que llevó a 16 países a suspender o congelar los fondos, privando de golpe a este organismo de 450 millones de dólares y poniendo en duda la continuidad de sus operaciones.
Sin embargo, a mediados de abril, la investigación externa encabezada por la exministra de Exteriores francesa Catherine Colonna descartó que las autoridades israelíes proporcionaran pruebas que acreditasen los presuntos vínculos terroristas atribuidos a varios de los empleados de la UNRWA.