Luis Miguel Pascual
París, 28 oct (EFE).- Acabada la edición particular de 2024, cuando los Juegos Olímpicos exiliaron el final a Niza, el Tour de Francia, que mañana martes presenta su recorrido de la próxima edición, volverá a una configuración más tradicional, con salida en Lille y el tradicional esprint en París para festejar al campeón ante el Arco del Triunfo.
La tradicional ceremonia de anuncio del recorrido se reserva los principales elementos, pero se sabe ya que la carrera comenzará en Lille el 5 de julio, con una larga etapa con salida y llegada en la ciudad del norte de Francia, en la que un esprinter se vestirá el primer maillot amarillo.
Será la tercera vez que Lille sea el escenario del banderazo de salida al Tour, tras 1960 y 1994, y la novena vez que sirva de meta a una etapa.
Las dos siguientes jornadas discurrirán también por el norte, aunque dirigiéndose a la cosa, con finales en Boulogne-sur-Mer y Dukerque, antes de lanzarse desde Amiens para un destino todavía desconocido.
A partir de ahí, si las filtraciones se confirman, el Tour ha diseñado un recorrido en la línea de las últimas ediciones, buscando incluir dificultades en casi todas las etapas.
Así, en las costas normandas todo apunta a que ya en la quinta etapa tenga lugar una contrarreloj con salida y meta en Caen y, dos días más tarde, la pancarta de llegada esté en el Muro de Bretaña.
El paso por Bretaña puede marcar la ocasión de celebrar los 40 años del último triunfo en el Tour de Bernard Hinault, bretón de nacimiento y de corazón, el último francés que subió a lo más alto del podio de París.
En el camino hacia el sur, el Tour atravesará el Macizo Central, con algunas etapas de media montaña antes de descansar en Toulouse, que servirá de entrada en la segunda semana marcada por la travesía pirenaica.
La carrera tiene ahí cita con algunos míticos 'cols' como Superbagnères, que no acoge la meta desde 1989, cuando se impuso Robert Millar por delante del español Pedro Delgado, defensor del título, que dio una exhibición y recuperó opciones en la general.
Hautacam y Peyragudes son otras de las conocidas cimas que pueden servir de meta en los Pirineos, con fuerte posibilidad de que esta última lo sea en un formato de cronoescalada.
Desde allí, el pelotón tomará rumbo al este para efectuar su segunda jornada de reposo en Montpellier o alguna otra ciudad del entorno, antes de afrontar, de nuevo el Mont Ventoux.
Ascendido desde 1951 en 18 ocasiones, diez de ellas como meta, sería la primera vez que regresa al recorrido del Tour desde que en 2021 fue la estrella de la edición con un doble ascenso, en una etapa que acabó con victoria del belga Wout van Aert.
Faltarán solo tres etapas alpinas para terminar de jalonar una general a la que solo le faltará conocer el ganador del prestigioso esprint de los Campos Elíseos. EFE