Antonio Broto
Ginebra, 28 oct (EFE).- El movimiento de la Cruz Roja, nacido hace más de 150 años, celebra desde este lunes su XXXIV Conferencia Internacional, una ocasión para reflexionar sobre su papel en un mundo castigado por conflictos en los que el derecho internacional que en teoría protege a los trabajadores humanitarios es frecuentemente violado por los beligerantes.
Hasta el 31 de octubre, representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) se dan cita en Ginebra para analizar, cinco años después de la anterior reunión, los principales desafíos para el histórico movimiento.
Uno de ellos es el alto número de ataques contra sus trabajadores en conflictos como los de Gaza, Ucrania o Sudán, según señaló en entrevista a EFE el subsecretario general de coordinación de operaciones de FICR, Xavier Castellanos.
"El número de fallecidos entre voluntarios y personal en lo que va de año suma ya los 30", y si se suman trabajadores humanitarios de organizaciones ajenas a la Cruz Roja los asesinados rondan los 240, alertó el ecuatoriano, quien lamentó que "en su mayoría suelen ser personal local que no ocupa la atención de los medios de comunicación".
"Tenemos la responsabilidad de elevar la voz de lo que está mal en este ataque a la sociedad civil, y atacar a organizaciones humanitarias como Cruz Roja o la Media Luna Roja es inaceptable", afirmó.
En la conferencia internacional también se busca examinar la actividad de la Cruz Roja en emergencias ajenas a los conflictos como las que provoca con cada vez más frecuencia el cambio climático, fuente de desastres naturales en todo el planeta.
"Más del 80 % de nuestras operaciones tienen relación con la crisis climática", subrayó Castellanos, quien afirmó que como promedio las sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja tienen que responder dos veces por semana a este tipo de desastres naturales.
El subsecretario general recordó que la FICR es una red con más de 190.000 oficinas locales y 17 millones de voluntarios en 190 países, y aseguró que "las sociedades nacionales son cada vez más fuertes e influyentes", aunque su omnipresencia en el planeta es al mismo tiempo "nuestra debilidad, porque no todas las filiales son tan fuertes como quisiéramos".
Desde la anterior conferencia internacional en 2019, Cruz Roja ha destacado por su papel en emergencias como la pandemia de covid-19, que según el 'número dos' de la federación "atendió a casi mil millones de personas" y "demostró el poder de la red si se tienen los recursos financieros".
"Ahora estamos lidiando con la mpox (con graves brotes actualmente en varios países de África) y ello nos muestra que las epidemias van a continuar, los riesgos también, y debemos prepararnos a nivel local, comunitario y nacional", destacó.
La conferencia suele tener carácter cuatrienal aunque la periodicidad ha variado en numerosas ocasiones desde que se celebrara la primera edición en París en 1867, cuatro años después de que el empresario y filántropo suizo Henry Dunant fundara la organización en Ginebra.
Mientras la FICR coordina a las sociedades nacionales, el CICR está especialmente consagrado a la atención a las víctimas en conflictos, por lo que sus representantes tienen previsto llevar también a la conferencia cuestiones como la preocupante evolución de las armas autónomas (como los drones), que podría continuar con el uso en ellas de la inteligencia artificial.
También se analizarán las amenazas que siguen planteando las armas nucleares, o los crecientes peligros que sus trabajadores afrontan en la llamada "guerra urbana" que se vive actualmente en conflictos como los de Gaza, Líbano o Sudán. EFE
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