El Gobierno de Hungría ha salido públicamente en apoyo de Sueño Georgiano, el partido gobernante en Georgia, pese a las sospechas de irregularidades lanzadas tanto por la oposición interna como por los observadores electorales, en un gesto de apoyo que llega acompañado de un simbólico viaje a Tiflis del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Orbán inicia este lunes una visita de dos días por invitación del primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze. Estará acompañado de varios de sus ministros, entre ellos varios del ámbito económico y también el responsable de Exteriores, Peter Szijjarto, como ha anunciado el Ejecutivo.
Szijjarto ha celebrado este lunes en redes sociales la "clara derrota" de los partidos "liberales" en Georgia y ha cuestionado los informes sobre presunto fraude, bajo la premisa de que no hay "nada nuevo bajo el sol". "El sábado, no se proclamó la victoria o de los partidos liberales, sino de un partido soberano, centrado en la paz, defensor de la familia que antepone el interés nacional", ha esgrimido.
Budapest vuelve a marcar distancias en este frente con el común de sus socios dentro de la UE, bloque que contaba con sus propios observadores dentro de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y que, por tanto, da por hecho también que hubo "irregularidades", como ha reiterado este lunes el Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell.
"Hemos pedido que se aclaren estas irregularidades y en función de eso tomaremos una decisión u otra con respecto a nuestra relación con el Gobierno de Georgia", ha dicho Borrell, en una entrevista a RNE en la que no ha querido llegar tan lejos como la presidenta georgiana, Salome Zurabishvili, y decir "que esas elecciones no han sido legítimas".
El jefe de la diplomacia europea ha asumido que Orbán viaja a Tiflis a "prestar su apoyo al Gobierno", del que es "muy cercano". Por eso, ha aprovechado para volver a marcar distancias con el primer ministro húngaro, para señalar que aunque ostente la presidencia de turno del Consejo de la UE "no representa" al conjunto de los Estados miembro y acude únicamente en nombre de Hungría.
Borrell ha recordado que el presidente de turno "no tiene competencias en política exterior". "Otra cosa es que las quiera tener, pero no las tiene", ha apostillado el exministro español.