Manila, 28 oct (EFE).- "Ni perdón ni excusas", afirmó este lunes el expresidente filipino Rodrigo Duterte ante un comité del Senado encargado de investigar la polémica guerra contra las drogas en la que murieron al menos 6.000 personas según la Policía, aunque ONG locales elevan las víctimas a más de 30.000.
"Mi mandato como presidente de la república era proteger al país y a los filipinos. No cuestionen mis políticas porque no ofrezco ni perdón ni excusas, hice lo que tenía que hacer", dijo Duterte durante la primera audiencia sobre la guerra contra las drogas de la Comisión del Senado sobre Responsabilidad de los Funcionarios Públicos e Investigaciones.
Duterte señaló que "a día de hoy la mayoría están de acuerdo con lo que mi Gobierno consiguió".
La guerra contra las drogas lanzada por el exmandatario durante su mandato, entre 2016 y 2022, está siendo investigada por la Corte Penal Internacional (CPI), aunque el Gobierno de Duterte retiró a su país del organismo en 2019 para evitar ser implicado.
Aunque varias comisiones de la Cámara Baja del Congreso han examinado los asesinatos extrajudiciales durante la era Duterte, los principales arquitectos de la guerra contra las drogas habían pedido una investigación del Senado.
"Ni siquiera tenemos la pena de muerte en nuestros estatutos e, incluso suponiendo que la tuviéramos, el Estado no habría ejecutado a más de 6.000 condenados a muerte en seis años", señaló el senador y director del comité, Aquilino Pimentel, al llamar a responder "a los clamores de justicia para nuestro pueblo".
Además de la comparecencia de Duterte, la primera sesión estuvo marcada por los choques entre críticos del expresidente y uno de los senadores integrantes del comité: el exjefe de la Policía de Filipinas y cerebro de la guerra contra las drogas, Ronald Dela Rosa.
El religioso Flaviano Villanueva subrayó las similitudes entre los asesinatos de los "escuadrones de la muerte" supuestamente dirigidos por Duterte cuando este era alcalde de la sureña Davao, y puso como ejemplo de la insensibilidad de las autoridades a una frase de Dela Rosa después una niña de tres años de edad muriera en un tiroteo policial.
"Cosas que pasan", o el más escatológico 'shit happens' en el inglés original, dijo el ya entonces exjefe de Policía, más conocido como Bato.
"Lo dije porque, durante las operaciones, no tenemos un control completo del entorno y cosas así pueden suceder", replicó el senador.
Una defensa de la guerra contra las drogas y de los miles de asesinatos asociados a esta en sintonía con lo expresado por Duterte minutos antes: "cuando se arresta a un criminal no se supone que haya que pedirle que se rinda, sino que hay que vencer su resistencia". EFE
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