Cinco claves para seguir las elecciones generales de Botsuana

Mokgweetsi Masisi busca la reelección en un contexto de desigualdad y desempleo, con la oposición fragmentada y el regreso del exmandatario Ian Khama influyendo en la votación en Botsuana

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Johannesburgo, 28 oct (EFE).- Botsuana, uno de los países más estables de África y con un régimen democrático ininterrumpido durante más tiempo, celebra este miércoles unos comicios generales vistos como los más reñidos de las últimas décadas, en los que el presidente, Mokgweetsi Masisi, busca la reelección.

Aunque la industria del diamante ha traído una enorme riqueza al país, los botsuanos llegan a la votación también afectados por la desigualdad y el elevado desempleo.

Estas son las claves para seguir la votación:

Botsuana es una república parlamentaria en la que el presidente es tanto el jefe del Estado como el jefe del Gobierno.

Los botsuanos votarán para elegir a los 61 miembros electos de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), que escogerán posteriormente al presidente. La jornada electoral también incluye la elección de 609 concejales locales.

Están llamados ejercer su derecho democrático más de un millón de votantes registrados, de una población total de unos 2,5 millones de personas.

Cuatro candidatos compiten por la jefatura del Estado, incluido Masisi, que busca revalidar el cargo con el Partido Democrático de Botsuana (BDP, en inglés), la formación que ha gobernado el país desde la independencia del Reino Unido en 1966, si bien su apoyo popular ha bajado durante los últimos años.

El segundo aspirante presidencial es Duma Boko, de la Coalición por el Cambio Democrático (UDC), que reúne a diferentes partidos y supone el principal peligro para el oficialismo.

Entre los formaciones que compiten, se encuentran también el Partido del Congreso de Botsuana (BCP), con el candidato Dumelang Saleshando, y el Frente Patriótico de Botsuana (BPF), con el aspirante Mephato Reatile y en cuya fundación participó en 2019 el expresidente Ian Khama (2008-2018), antecesor de Masisi.

La votación está marcada por el retorno al país el pasado septiembre de Khama, autoexiliado en la vecina Sudáfrica desde noviembre de 2021.

Sobre el exmandatario -hijo del primer presidente de Botsuana, Seretse Khama (1966-1980)- pesan varios cargos penales que van desde la posesión ilegal de un arma de fuego hasta la recepción de propiedad robada.

Aunque Khama nombró a Masisi como su sucesor en 2018, tras cumplir el máximo constitucional de diez años en el poder, la rivalidad creció entre ambos después de que el segundo revocara algunas de las políticas más icónicas del expresidente, como la prohibición de cazar elefantes en el país, y actuara contra algunos de sus aliados.

Expertos han advertido de que la presencia de Khama y su apoyo al BPF podrían inclinar la balanza en contra del oficialismo, si bien la salida este año de este partido de la UDC ha dejado a la oposición, una vez más, dividida y debilitada.

Botsuana es el mayor exportador de diamantes del mundo en cuanto al valor de las gemas y el segundo en volumen.

Este sector representa más del 90 % de sus exportaciones anuales y le permitió pasar de ser uno de los países más pobres del mundo tras la independencia a tener un producto interior bruto (PIB) per cápita de más de 19.000 dólares y ser considerado por el Banco Mundial (BM) como un país de ingresos medios altos.

Pero la alta dependencia de los diamantes y la ralentización global de este sector suponen un problema para el país, que ha estado intentando diversificar su economía en los últimos años, hacia la agricultura o el turismo.

A pesar de la riqueza generada por los diamantes, este sector no ha logrado crear suficientes puestos de trabajo para los botsuanos, que sufren un desempleo "estructuralmente alto" por encima del 25 %, según el BM. La cifra es todavía más alta entre los jóvenes.

Asimismo, Botsuana es uno de los países más desiguales del mundo, según el índice de Gini, herramienta usada para medir la desigualdad en los ingresos.

Tras casi seis décadas de Gobierno del BDP, Masisi deberá convencer a los ciudadanos de que su partido puede revertir esa tendencia y traerles prosperidad. EFE

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