Botafogo pide sanción a Peñarol por prohibir a sus hinchas en partido de semifinales

Botafogo exige a Conmebol intervención tras veto de Peñarol a sus aficionados por supuestas razones de seguridad, alertando sobre un posible precedente en la Copa Libertadores

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Río de Janeiro, 28 oct (EFE).- Botafogo pidió este lunes que Peñarol sea sancionado por la presunta violación a los reglamentos de la Copa Libertadores en caso de que mantenga su decisión unilateral de impedir el ingreso de hinchas de este club brasileño en el estadio Campeón del Siglo, donde el miércoles se jugará el partido de vuelta de las semifinales.

El conjunto carioca afirmó en un comunicado que el reglamento establece que la seguridad es una responsabilidad del club anfitrión o de la federación nacional y que tanto Peñarol como la Policía de Montevideo y el Ministerio del Interior "asumieron la incapacidad de garantizar la seguridad de hinchas y delegaciones de ambos equipos".

"Botafogo considera que la Conmebol no puede dejar impune esa infracción y por eso estamos atentos a lo que la entidad decida, para garantizar el estricto cumplimiento del reglamento de la competición", afirmó el actual líder del Campeonato Brasileño.

Según el club de Río de Janeiro, una decisión como la anunciada por las autoridades uruguayas abre un "precedente muy peligroso" para el torneo ya que en adelante el criterio "falta de seguridad" podrá ser usado por cualquier otro club que quiera impedir la entrada de hinchas visitantes en partidos de Conmebol.

"Botafogo cree que el club que no le garantiza la seguridad a la afición visitante no puede ser beneficiado por sus propias fallas", agrega la nota.

El comunicado responde al anuncio hecho horas antes por el ministro uruguayo del Interior, Nicolás Martinelli, quien al argumentar problemas de seguridad, dijo que no se permitirá la presencia de hinchas del club brasileño en el partido del próximo miércoles en el estadio Campeón del Siglo.

El ministro alegó que la decisión fue motivada por los violentos incidentes registrados en Río de Janeiro el miércoles pasado, pocas horas antes del partido de ida, que Botafogo ganó a Peñarol por 5-0.

Unos 300 seguidores del conjunto uruguayo fueron detenidos ese día acusados de una serie de ataques vandálicos a la policía y a bañistas en una playa de Río de Janeiro, así como de saqueos a comercios y del incendio de vehículos.

Muchos de los detenidos ya fueron liberados, pero 21 continúan presos en Brasil.

Según Martinelli, el veto a los hinchas del Botafogo "responde a razones de seguridad y busca evitar posibles represalias que podrían desencadenar nuevos disturbios".

Botafogo afirmó en su comunicado que está en total desacuerdo con la decisión de las autoridades uruguayas y que cree que Uruguay es un país con condiciones para garantizar la seguridad en un partido de fútbol.

Según el conjunto brasileño, "las tensiones existentes" tienen que ser solucionadas de forma diplomática por los clubes, pero la dirección del Peñarol ha preferido "los discursos inflamados y una posición contraria a la buena práctica institucional".

El club carioca dijo que confía en que Conmebol adoptará las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el mantenimiento del equilibro deportivo.

Agregó que le pidió a la Cancillería brasileña y a la Interpol medidas para preservar la seguridad de los hinchas que ya están en Montevideo. EFE

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