Veracruz (México) 28 oct (EFE).- Con más de 600 costales rellenos de arena, autoridades y población civil lograron contener, por ahora, una inminente inundación en Tlacotalpan, un pueblo mexicano Patrimonio Cultural de la Humanidad, ubicado en el estado de Veracruz, oeste del país.
La Secretaría de Protección Civil estatal informó este lunes que durante una semana, elementos del Ejército mexicano y Policía del Estado de Veracruz, colocaron 635 costalillas de arena y construyeron un muro de 45 metros para contener filtraciones de una cresta de agua del caudaloso Río Papaloapan.
Las intensas lluvias que se registraron en más de una semana en el estado de Veracruz, este de México, provocaron el crecimiento de sus principales afluentes.
Autoridades especializadas alertaron de una cresta de agua que llegaría el fin de semana a Tlacotalpan, reconocido por la Unesco por su trazado urbano y la arquitectura y edificaciones de los siglos XVIII y XIX.
Efectivos de distintas corporaciones y la propia sociedad civil iniciaron desde hace una semana un operativo para colocar cientos de costales en los márgenes del río Papaloapan.
Si bien el agua comenzó a filtrarse durante el sábado y domingo por las calles, se lograron desalojar 13.869 metros cúbicos de agua con seis bombas de 4 y 12 pulgadas.
El colorido pueblo fundado a mediados del siglo XVI, fue declarado en 1998 como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Llamado popularmente como la Perla del Papaloapan, es un referente turístico e histórico del Golfo de México.
Cuenta con una Catedral de la Virgen de la Candelaria, un Santuario de San Cristóbal y la Iglesia de San Miguelito, todas erigidas a finales del siglo XIX.
La riqueza cultural incluye el Teatro Nezahualcóyotl, mandado a construir por el presidente mexicano Porfirio Díaz.
Además, se conservan la vivienda y lugares que recorría el reconocido compositor mexicano Agustín Lara, conocido como ‘El Flaco de Oro’, uno de los más populares de su tiempo. EFE