El presidente francés, Emmanuel Macron, inicia este lunes una visita de Estado a Marruecos con la que pasar página al distanciamiento de los últimos años entre los dos países y previo respaldo sin fisuras al plan de autonomía marroquí para el Sáhara, que Rabat ha convertido en su principal caballo de batalla a nivel diplomático.
El pasado julio, en vísperas de la Fiesta del Trono que se celebra el día 30, Macron envió una carta a Mohamed VI con las palabras que el monarca alauí llevaba tiempo queriendo escuchar por parte de Francia: "considero que el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscriben en el marco de la soberanía marroquí".
"Francia pretende actuar en coherencia con esta posición a título nacional y a nivel internacional", añadió el presidente francés, porque considera que "la autonomía bajo soberanía marroquí es el marco en el que esta cuestión debe resolverse".
Así, Macron recalcó que para su país el plan de autonomía formulado en 2007, y que el Frente Polisario rechaza de plano, "constituye de ahora en adelante la base para desembocar en una solución política, justa duradera y negociada conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".
Con este posicionamiento, Francia se situaba al nivel de Estados Unidos, que en diciembre de 2020, con Donald Trump aún en la Casa Blanca, reconoció la marroquinidad del Sáhara, y daba un paso más que España, que con una carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en marzo de 2022 trasladó que el plan de autonomía era "la base más seria, creíble y realista" para resolver el conflicto del Sáhara.
De ahí el que Mohamed VI se apresurara a agradecer a Macron su postura y le invitara a una visita de Estado, que finalmente tendrá lugar entre este lunes y el miércoles y en la que estará acompañado por la primera dama, Brigitte Macron.
"Me felicito en particular de la postura clara y fuerte que Francia adopta respecto al Sáhara marroquí", trasladó el monarca en un comunicado, celebrando que París ve en el plan de autonomía "la única base" para resolver "el diferendo regional" del Sáhara.
APOYO AL DESARROLLO DEL SÁHARA
Por ahora Francia no parece estar dispuesta a ir más allá y realizar nuevos gestos que acompañen su claro posicionamiento respecto al plan de autonomía. Así, desde el Elíseo han descartado por ahora la apertura de un consulado en Dajla, como sí han hecho en los últimos tiempos varios países, principalmente africanos, y como también se comprometió a hacer en su momento Estados Unidos pero aún no se ha materializado.
No obstante, desde la Presidencia gala sí han adelantado que Macron reiterará a Mohamed VI lo que le trasladó en su carta, conscientes de la importancia que tiene para Marruecos este asunto.
También han recordado que ya en sus visitas de los últimos meses a Rabat varios ministros han trasladado la disposición de Francia de "acompañar el desarrollo económico" de las Provincias del Sur, como se denomina en el reino alauí a la antigua colonia española, "conforme al Derecho Internacional", el cual prevé que se haga "en beneficio y con el consentimiento de la población concernida".
NUEVO CAPÍTULO EN LA RELACIÓN
La visita de Estado permitirá ahora a los dos países abrir un "nuevo capítulo" en la relación, destacan desde el Elíseo, para lo cual está previsto la firma de varios acuerdos que cubrirán sectores de interés particular para Francia y Marruecos como energía, agua, educación o seguridad interior.
Fuentes gubernamentales francesas ponen de relieve también la voluntad de impulsar aún más la relación en el plano económico, después que los intercambios comerciales se hayan duplicado en los últimos diez años.
Francia es ya el primer inversor extranjero en Marruecos y ve con interés las oportunidades que se abren en el país dado su actual crecimiento y los planes de infraestructuras previstos, incluidos los relacionados con el Mundial de Fútbol de 2030 junto a España y Marruecos.
AGENDA DE LA VISITA
Macron llegará a Rabat este lunes, donde será recibido por Mohamed VI, con quien mantendrá a continuación un encuentro bilateral, al término del cual se firmarán varios acuerdos.
Ya el martes, el presidente galo tendrá una apretada agenda que incluye un encuentro con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, así como con los presidentes de ambas cámaras del Parlamento, ante el que está previsto también que pronuncie un discurso. Además, Macron cumplirá con la tradición de todos los mandatarios que visitan Rabat de acudir al Mausoleo de Mohamed V, el abuelo del actual monarca.
Además, el presidente galo clausurará un encuentro empresarial y también mantendrá contactos con el mundo de la cultura, para concluir su visita el miércoles participando en un encuentro sobre seguridad alimentaria y agricultura sostenible en África y una recepción a franceses residentes en Marruecos.
DISTANCIAMIENTO CON ARGELIA
El peaje que ha tenido que pagar Francia, como ya le ocurrió en su momento a España, es el distanciamiento con Argelia, si bien es cierto que la relación se había ido enfriando en los últimos tiempos con una visita del presidente argelino, Abdelmayid Tebune, a Francia que no llegaba a concretarse.
Y eso que la visita oficial que Macron había hecho a Argelia a finales de agosto de 2022 había abierto una nueva etapa entre la antigua metrópolis y su colonia en la que ambas partes deseaban pasar definitivamente a su conflictivo pasado compartido, aunque desde entonces se habían producido algunos altibajos.
Como ya ocurriera con España, donde no hubo representación entre marzo de 2022 y diciembre de 2023, Argelia procedió a retirar a su embajador de París con efecto inmediato el pasado 30 de julio y en las últimas semanas se ha producido incluso su cese, por lo que tendrá que solicitar el plácet para su sucesor cuando decida su regreso, como ya ocurrió en Madrid.