La situación de inestabilidad en el Mar Rojo impulsa el tráfico de los puertos españoles

El desvío de rutas marítimas por conflictos en el Mar Rojo favorece a puertos españoles como Algeciras, Valencia y Barcelona, aumentando el tráfico de mercancías y consolidando su importancia logística global

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La situación de inestabilidad geopolítica en torno al Mar Rojo, marcada por los conflictos armados y las secuelas de la pandemia, ha impulsado la actividad de los puertos españoles para atender parte de los tráficos que otros puertos no están preparados para acoger.

Desde enero de 2024, los grupos navieros se han visto obligados a desviar sus buques alrededor del Cabo de Buena Esperanza, con un impacto considerable en varios aspectos clave del transporte marítimo como el tiempo de tránsito o el coste, según un recoge un análisis de Ocean Capital Partners (OCP), una firma internacional especializada en el sector portuario con sede en Madrid.

Esta reorientación del transporte marítimo mundial ha cambiado las tornas para algunos de los puertos situados en las rutas emergentes, como es el caso de los puertos africanos ubicados en el recorrido del Cabo de Buena Esperanza.

Sin embargo, no todas las instalaciones portuarias africanas están preparadas para atender escalas adicionales y navíos de mayor tamaño, y gran parte de la nueva actividad ha debido ser absorbida por otros puertos a lo largo de la ruta atlántica, entre los que se encuentran los españoles.

En concreto, los muelles de Canarias y Ceuta, que han contribuido sobre todo al servicio de repostaje de combustible para navíos de gran calado. Por otra parte, emplazamientos como Algeciras, Valencia y Barcelona se han erigido como plataformas clave de redistribución en el tránsito de contenedores con el fin de conectar esas líneas con el resto del mar Mediterráneo y los puertos en los que hacían escala los navíos que antes atravesaban por el Canal de Suez.

Todo ello ha provocado que el tráfico de mercancías en los puertos españoles haya crecido un 3,4% en el primer semestre, con la mercancía general impulsándose un 7,7% y el tráfico de contenedores, un 10,6%.

Barcelona acumuló el aumento más acusado, con un 17% más de tránsito de contenedores, seguido de Valencia --que es el primero por volumen-- con un 10% más, y Algeciras, con un crecimiento de casi un 8%.

"Los puertos españoles deben aprovechar su posición estratégica a nivel geográfico para consolidar su papel en el mercado de las principales rutas marítimas globales. Ahora se impone el aplicar soluciones logísticas que les permitan gestionar con éxito a largo plazo el aumento del tránsito de mercancías", señala el análisis de OCP.

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