El Cairo, 27 oct (EFE).- La Coordinadora de Asuntos Humanitarios de la ONU en Sudán, Clementine Nkweta-Salami, manifestó su "profunda preocupación" por la escalda de violencia y la muerte de decenas de personas en los últimos días en ataques de los paramilitares en el este de Sudán.
En un comunicado recibido por EFE este domingo, Nkweta-Salami advirtió de que "las mujeres, los niños y los más vulnerables son los más afectados por un conflicto que ya se ha cobrado demasiadas vidas".
Aludía a recientes informaciones sobre violentos ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en el estado de Al Yazira, donde varias ONG avisaron en los últimos días de la muerte de decenas de personas, así como de casos de violación por combatientes de ese grupo paramilitar.
"Según se informa, los combatientes de las FAR dispararon contra civiles indiscriminadamente, perpetraron actos de violencia sexual contra mujeres y niñas, saquearon mercados y viviendas de forma generalizada y quemaron granjas", dijo el comunicado.
Destaca que los residentes de varias aldeas, entre ellas Safita Ghanoubab, Al Hilaliya y Al Aziba, "fueron objeto de agresiones físicas, humillaciones y amenazas", lo que provocó que decenas de civiles huyeran de sus hogares en busca de seguridad, y aquellos habitantes que permanecen allí "se enfrentan a graves amenazas".
"Estoy conmocionada y profundamente consternada por el hecho de que en el estado de Al Yazira se estén repitiendo violaciones de los derechos humanos como las que se presenciaron el año pasado en Darfur", en el oeste de Sudán.
Entre esas "violaciones" -subraya- "ataques selectivos, violencia sexual y asesinatos en masa. Son crímenes atroces".
Según la nota, todavía no se ha determinado el número de víctimas civiles a causa de esos ataques.
Miles de familias han huido de sus hogares a varias zonas del estado de Al Yazira, mientras que otras se han desplazado a los estados de Gedaref y Kasala.
"El derecho internacional humanitario prohíbe atacar a civiles, bienes civiles e infraestructuras públicas. Es inaceptable y debe cesar de inmediato. Los civiles deben recibir protección dondequiera que se encuentren", afirmó Nkweta-Salami.
El Ejército sudanés y las FAR están enfrentados en una cruenta guerra que desde el 15 de abril de 2023 ha dejado decenas de miles de muertos y ha obligado a más de 10 millones de personas a abandonar sus hogares, lo que ha convertido a Sudán en el escenario de la peor crisis de desplazamiento interno del planeta, según la ONU. EFE