Juric, en la cuerda floja

El Roma enfrenta una crisis deportiva tras la goleada ante Fiorentina, con la continuidad de Ivan Juric en riesgo y la posibilidad de un regreso de Daniele De Rossi a la dirección técnica

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Roma, 27 oct (EFE).- El croata Ivan Juric, entrenador del Roma que encajó este domingo una goleada ante el Fiorentina en Serie A (5-1), no ha conseguido desde su llegada cambiar el rumbo de su equipo y, tras solo 8 partidos, su puesto está más en duda que nunca.

Después de 8 partidos, la situación del Roma sigue siendo más que preocupante. Desde que el club despidiera a Daniele De Rossi todo ha sido un caos. La afición se puso en contra de la directiva -los hermanos Friedkin, empresarios americanos- por el trato hacia una leyenda como De Rossi; dimitió la CEO Lina Soulokou, también bajo amenazas por buena parte de los radicales romanistas; y solo han llegado 3 victorias.

La polémica que se generó ante la decisión del técnico de no alinear al alemán Matts Hummels fue solo el último de los problemas de un equipo que, en la temporada, ha ganado solo 2 partidos, ha perdido 3 y ha empatado 4.

Con Juric, los números no han mejorado. Inició con una victoria ante el Udinese; rubricó su segundo éxito ante el Venecia, equipo en descenso; y cuajó su tercer partido ganado ante el Dinamo Kiev en Liga Europa, equipo que no había ganado un solo partido de la competición, gracias a un tanto de penalti.

El resto: un empate ante el Athletic Club de Bilbao, una derrota ante el Efsborg, un empate ante el Monza, una derrota ante el Inter y una goleada ante la 'Fiore'.

Los malos resultados y la crispación generalizada en el seno del club colocan en el centro del huracán a Juric, que podría perder su puesto en las próximas horas.

Su despido, aunque pueda abrir un camino para entrenadores sin equipo como Massimiliano Allegri, apuntaría al regreso de Daniele De Rossi. En Italia es habitual no pagar el finiquito al entrenador destituido, sino mantenerle en nómina hasta el pago de la deuda, por lo que el Roma, en lugar de abrir una tercera cuenta a un nuevo entrenador, podría volver a contar inmediatamente con De Rossi y calmar las aguas con la afición. EFE

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