Las primeras encuestas a pie de urna en las elecciones legislativas de Japón han retirado al Partido Liberal Democrático (PLD) la mayoría parlamentaria de la que disfrutaba desde 2009.
Estos primeros sondeos empeoran los pronósticos del primer ministro del país, Shigeru Ishiba, quien se encomendó a su socio de Gobierno, el Komeito, para preservar la mayoría. Sin embargo, las encuestas de la cadena pública NHK se limitan a mostrar un arco conjunto de entre 174 y 254 escaños para ambos partidos, que necesitan 233 asientos para controlar sin problemas el hemiciclo.
La oposición representada en el Partido Constitucional Democrático podría alcanzar entre 128 y 191 escaños. En el mejor de los casos, más del doble de los 98 asientos de los que disfruta en la actualidad.
El PLD acudía a estos comicios en un momento de mínimos históricos de popularidad, en particular por un reciente escándalo de enriquecimiento ilegal a costa de las contribuciones de sus simpatizantes e Ishiba asumió precisamente el control del partido el mes pasado como una forma de romper con el escándalo que terminó costando el cargo a su predecesor, Fumio Kishida.