Barcelona, 28 oct (EFE).- Con la holgada victoria del sábado ante el Real Madrid (0-4), el Barcelona de Hansi Flick igualó el mejor inicio goleador del club azulgrana en el siglo XXI, con una media de 3,36 tantos por encuentro, y por segunda vez en su historia alcanzó las doce victorias en los primeros catorce partidos oficiales del curso.
Según datos de BeSoccer Pro para EFE, en los últimos 25 años el equipo catalán solo había marcado 47 goles a estas alturas del curso en la campaña 2016-2017, la última de Luis Enrique, y únicamente en la 2012-2013, con Tito Vilanova en el banquillo, había sumado doce victorias en los primeros catorce partidos entre todas las competiciones.
Aunque todavía queda mucha temporada por delante, si el Barça fuera capaz de mantener la actual media goleadora de 3,36 tantos por encuentro superaría la mejor marca del club en el siglo XXI, establecida en la 2011-2012, la última de Pep Guardiola en el Camp Nou, con un promedio de 2,97 dianas.
Desde la llegada del Flick, el Barcelona ha ganado ocho partidos por tres o más goles de diferencia: Valladolid (7-0), Girona (1-4), Villarreal (1-5), Young Boys (5-0), Deportivo Alavés (0-3), Sevilla (5-1), Bayern Múnich (4-1) y Real Madrid (0-4).
Estos cinco últimos resultados llegaron de forma consecutiva como respuesta a la derrota del pasado 28 de septiembre en El Sadar frente a Osasuna (4-2), en un duelo condicionado por las bajas y las rotaciones del técnico debido a las exigencias del calendario.
En apenas un mes, el Barcelona ha disipado el menor atisbo de duda a base de goles, faceta en la que destaca el delantero Robert Lewandowski, autor de un doblete ante el Madrid y de 17 tantos en 14 partidos. Unos guarismos que solo ha mejorado una vez en su carrera, cuando firmó 19 dianas en el inicio del curso 2019-2020.
El polaco encabeza el tridente más en forma de Europa junto a Raphael Dias 'Raphinha' (10 tantos y 9 asistencias) y Lamine Yamal (6 y 7), ambos goleadores en el Santiago Bernabéu. El del extremo catalán fue un tanto histórico, pues se convirtió en el goleador más joven de los clásicos con 17 años y 105 días.
Pero el del Barça está siendo un éxito colectivo que parte de la convicción con la que todos los jugadores ejecutan la apuesta de Flick por un fútbol atrevido, agresivo y vertical. El mejor ejemplo es la defensa, donde la coordinación entre Jules Kounde, Pau Cubarsí, Íñigo Martínez y Alejandro Balde dejó al Real Madrid doce veces en fuera de juego.
Y no se trata de un caso aislado, pues el Barça llegaba al Bernabéu siendo el equipo de las grandes ligas europeas que más veces dejaba a sus rivales en posición ilegal por partido (5,9). El equipo azulgrana defiende más arriba, está mejor posicionado, recupera más balones en campo rival y ataca de forma más efectiva.
Para ello, los centrocampistas son imprescindibles. Este sábado, Pedri y Marc Casadó lideraron el clásico en pases intentados. El canario completó 52 de sus 59 envíos y fue el azulgrana que recuperó más balones (11), mientras que el catalán realizó 49 de 57 pases con éxito, fue el jugador que más duelos ganó en el suelo (9) y dio la asistencia del 0-1 a Lewandowski.
El mayor fondo de armario por la recuperación de los lesionados y la mano de Flick para sacarle partido, como demostró en la segunda mitad con la entrada de Frenkie de Jong para tener más control y de Dani Olmo para descoser definitivamente al Real Madrid entre líneas, también fueron factores decisivos.
Es tal la inercia del Barça que hasta el portero Iñaki Peña, que llegaba al clásico en entredicho, paró los cuatro disparos a puerta que recibió, dos de ellos muy meritorios ante Mbappé, cuando su media es de 1,48 paradas en 2,22 tiros recibidos por encuentro.
Todo esto, con una alineación formada por seis jugadores menores de 22 años: Balde, Cubarsí, Fermín, Casadó, Lamine Yamal y Pedri. A excepción de este último, todos formados en La Masia. Aunque el impacto de los canteranos fue superior, ya que en total fueron ocho los que participaron, sumando a Iñaki Peña, Dani Olmo y Gavi. EFE