Cali (Colombia), 27 oct (EFE).- La necesidad de frenar la tala de cinco billones de árboles anuales en el mundo para la producción de empaques, papel y productos textiles reunió este domingo a un panel de expertos en la Zona Azul de la COP16 para discutir sobre los proyectos que permitirán a las industrias generar acciones de cambio.
En un encuentro liderado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y Canopy, organización ambiental que busca brindar soluciones que permitan proteger los bosques, se generaron reflexiones de impacto global.
De acuerdo con la directora ejecutiva de Canopy, Nicole Rycroft, es necesario que se tomen acciones urgentes para el cuidado de los bosques, pues la riqueza en biodiversidad está en riesgo.
“Resulta imposible hablar del cuidado de la naturaleza si seguimos deforestando y degradando el hábitat. Las próximas generaciones necesitan insumos de bajo impacto, no maderables, que aprovechen elementos como los residuos textiles, agrícolas y desechos de cultivos de plátano o trigo”, indicó Rycroft a EFE.
En el panel participaron Luis Coloma, director del Cuidado de la Vida y la Naturaleza de Inditex; Kai Timo Schönfeld, economista senior de biodiversidad perteneciente al centro de Competencia en Bosques, Infraestructura, Agua y Recursos Naturales del Banco de Desarrollo del Estado de la República Federal de Alemania; Chetan Kumar, director global de Bosques y Pastizales de la UICN; Fabiola Servini, directora del departamento de Bosques del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, además de Stewart Maginnis, director general adjunto de la UICN.
“Tenemos que enviar un mensaje desde las compañías a reducir el impacto a la naturaleza, por eso le apostamos a la investigación, a reutilizar materiales y construir una empresa con innovación que nos permita cuidar los bosques”, precisó Coloma.
Los expertos aseguran que se necesitarán unos 78.000 millones de dólares para realizar una transición de infraestructura en la próxima década, en la que se puedan aprovechar las toneladas de residuos celulósicos accesibles, como paja de trigo y textiles desechados.
“Estos podrían transformarse en empaques y ropa circulares con impactos ambientales significativamente reducidos. Los materiales de próxima generación pueden reducir el uso de tierras hasta en un 100 %; reducir cinco veces los impactos sobre la biodiversidad y reducir las emisiones de CO2 en cuatro toneladas por cada tonelada de producto”, apuntó Rycroft.
Kai Timo Schönfeld fue enfático al afirmar que el mundo necesita “nuevas mentalidades en las corporaciones” donde haya una “educación para reciclar y cambiar el sistema”.
Para Fabiola Servini es necesario “cambiar las reglas del juego”, pues indicó que, a pesar que ya se están tomando acciones a nivel mundial, no son suficientes.
“Las grandes iniciativas necesitan ser apoyadas con mecanismos que detengan la deforestación y que permitan cuidar los bosques. El sector productivo debe volcarse a políticas de uso sostenible para impactar a públicos finales, porque trabajando juntos es como lo hacemos posible”, apuntó Servini.
Finalmente, los panelistas hicieron un llamado a los gobiernos asistentes a la COP16 a que sumen esfuerzos para alcanzar el Marco Global de la Biodiversidad, apuntándole a nuevas soluciones que permitan resolver la crisis de la deforestación. EFE
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