La Paz, 26 oct (EFE).- El presidente de Bolivia, Luis Arce, cambió este sábado al alto mando militar del país entre pedidos de preservación del orden público y la democracia, en un momento en el que los seguidores del exmandatario Evo Morales (2006-2019) cumplen 13 días de un bloqueo indefinido de caminos.
El general de división aérea Gerardo Zabala es el nuevo comandante en jefe interino de las Fuerzas Armadas; el general José Wilson Sánchez es jefe de Estado Mayor; el general Eduardo Aguilar es el comandante general del Ejército.
El general Juan Ballester es comandante general de la Fuerza Aérea y el contraalmirante Óscar Vaca Molina juró como comandante general de la Armada.
Los nuevos jefes militares asumieron sus cargos en un acto en la Casa Grande del Pueblo, sede del Ejecutivo boliviano, presidido por Arce, el vicepresidente David Choquehuanca y el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
Arce enfatizó que el cambio del mando militar se da en un momento en que las instituciones estatales buscan "preservar los más altos intereses vitales del país como la seguridad del Estado y el restablecimiento del orden público".
Arce mencionó que "el derecho a la protesta pacífica está garantizado" aunque consideró que los bloqueos que mantienen los sectores afines a Morales vulneran "la libertad de locomoción y la libertad de circulación" de los ciudadanos.
"Lo más alarmante es que en estos bloqueos se ha verificado gente portando armamento bélico que pone en riesgo la vida y la seguridad de las personas, lo que obliga al gobierno y las instituciones a garantizar la seguridad del estado y el orden público", señaló.
"Cuidar y proteger la economía nacional es nuestro mandato fundamental asegurando que las vías de comunicación terrestre estén expeditas para evitar mayores daños que estrangulen el aparato productivo nacional", agregó el mandatario.
Los seguidores de Morales exigen al Gobierno de Arce que retire los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra el también líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), puesto que consideran que forma parte de una persecución política en su contra.
También piden soluciones al encarecimiento de alimentos, la falta de dólares, la irregular provisión de combustibles y respeto a un congreso del MAS que en 2023 declaró a Morales "candidato único" para las elecciones del próximo año.
Más temprano, la Cancillería boliviana denunció a la comunidad internacional que esas protestas lideradas por Morales "pretenden interrumpir el orden democrático", lo que también afecta la estabilidad en la región suramericana.
Por otro lado, Arce destacó el rol que cumplió el alto mando militar saliente fue "la defensa de la democracia" después del alzamiento militar que comandó el excomandante del Ejército Juan José Zuñiga en junio pasado y que reiteró fue un intento de "golpe de Estado" en contra de su Gobierno.
"La disciplina y el profesionalismo mostrado por el mando militar saliente fueron ejemplares, asegurando que las acciones militares se alinearan con los principios y valores democráticos", apuntó.
Arce también encomendó a la nueva cúpula militar "consolidar" la confianza con el pueblo boliviano, participar en el resguardo de las fronteras y la lucha contra el contrabando.
Además pidió que la institución armada trabaje en el "plan de recuperación posdesastre" una vez que se controlen los incendios forestales que devastaron alrededor de 10 millones de hectáreas de bosques y pastizales.
A su turno, el general Zabala, nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, se comprometió a ejercer el cargo "con lealtad entrega, patriotismo y sacrificio" y "ordenó" a los jefes militares que lo acompañan a actuar con "pleno acatamiento del orden constitucional". EFE