El Gobierno alemán ha sido uno de los primeros en reaccionar a nivel internacional sobre el desarrollo de las elecciones en Georgia, donde el nacionalista Sueño Georgiano ha conseguido el triunfo en unos comicios legislativos denunciados como fraudulentos por la oposición europeísta, al pedir a las autoridades que atiendan las denuncias por irregularidades planteadas por los observadores abanderados por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Según el informe de la Misión Internacional de Observadores Electorales, donde participa la OSCE, aunque los partidos que han participado en el proceso electoral "en general han podido hacer campaña libremente", "ha seguido habiendo informaciones de presiones sobre los votantes, en particular sobre los trabajadores del sector público".
Esta situación y las informaciones sobre "seguimiento a votantes" el día de la votación "han generado dudas sobre la capacidad de algunos votantes para votar sin miedo a represalias".
En este sentido, "Alemania apoya plenamente las conclusiones preliminares de la misión internacional de observación electoral de la OSCE sobre las elecciones parlamentarias en Georgia" y expresa su preocupación por "el ambiente tenso y las irregularidades denunciadas, que deben abordarse y remediarse", ha hecho saber el Gobierno alemán en un comunicado.
Alemania, añade la nota, "sigue de cerca los acontecimientos en Georgia y pide a todas las partes que ejerzan la moderación y eviten la violencia y una mayor polarización". El Gobierno alemán, por último, avisa que la forma en que las autoridades "gestionen los resultados electorales y la formación del futuro gobierno" afectarán al "futuro progreso de Georgia en su camino hacia Europa".