La oposición del Partido Socialdemócrata de Lituania (LSDP) encara la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias que ha comenzado este domingo en cabeza de las encuestas y como vencedora de una primera ronda marcada por la guerra de Ucrania y el descontento social.
Casi 2,4 millones de votantes están llamados a decidir sobre los 63 mandatos directos restantes en el Seimas, o Parlamento, de 141 escaños, en la capital, Vilnius, en unos comicios que podrían significar un cambio de poder en el país báltico, que limita con el enclave ruso de Kaliningrado y Bielorrusia, aliado de guerra de Moscú en Ucrania.
Después de la primera vuelta de votación del 13 de octubre, la conservadora Unión de la Patria de la primera ministra, Ingrida Simonyte, y del ministro de Exteriores, Gabrielius Landsbergis, ha quedado tan debilitada como sus socios de coalición liberales.
Hasta ahora, sólo uno de ellos ha logrado superar el mínimo del 5 por ciento para ingresar al parlamento, mientras que el otro todavía tiene posibilidades de asegurarse escaños mediante mandatos directos.
La victoria del LSDP podría comportar que la ex ministra de Asuntos Sociales Vilija Blinkeviciute acabe convirtiéndose en nueva primera ministra del país, y fortalecer, según los analistas consultados por Bloomberg, la posición del presidente del país, Gitanas Nauseda, quien no guarda una buena relación con Landsbergis, si bien ambos coinciden en su respaldo sin fisuras a Ucrania frente a la invasión rusa del país.
Los socialdemócratas pretenden formar una coalición de centro izquierda con otros dos partidos de oposición y han anunciado planes para combinar sus fuerzas en la segunda vuelta, apoyándose mutuamente en distritos electorales donde hay una segunda vuelta con un candidato conservador, explican por su parte expertos de la agencia DPA.