Japón se prepara para unas generales donde el partido gobernante podría perder la mayoría

Japón enfrenta elecciones generales anticipadas con más de 1.300 candidatos, mientras el PLD busca mantener su hegemonía ante el descontento social y la competencia del PDC en un contexto de tensiones externas

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Tokio, 26 oct (EFE).- Japón celebrará el domingo unas elecciones generales anticipadas marcadas por la posibilidad de que la fuerza gobernante, el Partido Liberal Democrático (PLD), pierda la mayoría parlamentaria con la que cuenta y que le ha permitido mantenerse en el poder casi ininterrumpidamente desde el año 1955.

Se espera que más de 1.300 candidatos concurran a estos comicios, en los que hay en juego 465 escaños, 258 de los cuales pertenecían al PLD antes de que el primer ministro y líder del grupo, Shigeru Ishiba, disolviera la Cámara Baja y llamara a las urnas al pueblo japonés el pasado 9 de octubre con vistas a revalidarse en el poder.

Los comicios nipones llegan en un momento de descontento de la población ante la subida de precios y la falta de incrementos salariales, y antes de las elecciones en Estados Unidos el 5 de noviembre, que según expertos tendrán más peso que las generales de Japón a la hora de marcar el rumbo de Tokio en materia de seguridad y exteriores, y condicionarán las relaciones del archipiélago con China en el contexto de tensiones crecientes en el Indopacífico.

Encuestas de medios locales apuntan que el PLD podría no obtener votos suficientes para lograr la mayoría simple, fijada en 233 escaños, afectado también por el caso de fondos ilícitos del partido, que manchó su imagen y debilitó la confianza de sus votantes.

Sin embargo, salvo hecatombe electoral, Ishiba podría mantenerse en el poder aunque su partido no lograra por sí solo la mayoría en la Cámara, pues tendría como opciones persuadir a una fuerza opositora para que se uniera al gobierno, llegar a acuerdos con otros grupos fuera del gabinete o reconocer a legisladores independientes, según analistas.

Hasta ahora, el PLD gobernaba con el partido budista Komeito y juntos sumaban 288 del total de 465 escaños, una coalición que, según la última encuesta de la agencia de noticias japonesa Jiji Press, contaría con fuerza suficiente para mantenerse al frente del gobierno del país.

Por el contrario, la opción de que fuerzas opositoras cooperen con el PLD parece sombría, pues aunque el 57 % de los candidatos del PLD están abiertos a formar una coalición con la principal formación rival, el Partido Democrático Constitucional (PDC), este y otros grupos del mismo bando manifestaron recientemente su rechazo a participar del gabinete de Ishiba.

Que el PLD se quedara a unos escaños de obtener la mayoría simple sin unirse a otro partido debilitaría tanto a nivel nacional como dentro del partido el liderazgo de Ishiba, investido primer ministro el 1 de octubre, con uno de los índices de popularidad más bajos para un político que se estrena en el cargo, tras unos comicios internos de la formación.

Los analistas esperan que el opositor PDC, la segunda fuerza parlamentaria nipona, gane terreno en las elecciones del domingo, pero no el suficiente para cambiar el gobierno.

La formación rival está liderada por Yoshihiko Noda, último mandatario de una fuerza distinta al PLD.

Noda lideró Japón entre 2011 y 2012 como presidente del Partido Democrático de Japón, grupo que desapareció en 2016 y algunos de sus diputados fundaron el actual PDC, pero no ha sido capaz desde entonces de revitalizar la oposición y plantar cara al todopoderoso PLD.

Más de 1.300 candidatos lucharán el domingo por 465 escaños, 289 elegidos por escrutinio uninominal mayoritario en distritos electorales con un solo escaño y 176, bajo representación proporcional a cada partido (sistema d'Hondt) en 11 circunscripciones regionales que agrupan bloques de distritos. EFE

(foto) (vídeo)

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