Washington, 26 oct (EFE).- La vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, afirmó este sábado que Estados Unidos quiere ver una desescalada en la tensión en Oriente Medio, tras los ataques israelíes lanzados esta madrugada contra Irán en represalia por una ofensiva anterior.
Harris hizo estas declaraciones a la prensa tras su llegada a Míchigan, donde esta tarde tiene previsto participar en un evento junto a la ex primera dama Michelle Obama, a diez días de las elecciones del 5 de noviembre.
La vicepresidenta explicó que durante la mañana había mantenido una "larga e importante" conversación con el presidente estadounidense, Joe Biden, y con el equipo de seguridad nacional de la Administración.
"Por supuesto, mantenemos la importancia de apoyar el derecho de Israel a defenderse. Al mismo tiempo, insistimos firmemente en que debe haber una desescalada en la región y ese será nuestro enfoque", declaró Harris, quien recordó que recientemente el secretario de Estado, Antony Blinken, estuvo en la región tratando de encontrar vías para reducir las tensiones.
"Hemos sido muy claros con todos en la región, y de hecho, por eso Tony Blinken estuvo allí varios días esta semana, porque queremos trabajar para poner fin a esta guerra. Esta guerra debe terminar", afirmó con contundencia.
"Tenemos que liberar a los rehenes y avanzar hacia una solución de dos Estados. Creemos firmemente que, en lo que respecta al Líbano y a la región, una de nuestras fortalezas será el trabajo diplomático que realizaremos para alcanzar ese objetivo", subrayó.
Preguntada sobre lo que la Administración está escuchando de sus aliados árabes acerca de los ataques israelíes, Harris respondió que hay un "consenso" entre los líderes de la región sobre la necesidad de que haya una desescalada y aseveró que esa es también la "postura" de Estados Unidos.
Israel lanzó en la madrugada del sábado un ataque contra Irán en represalia por el ataque iraní del 1 de octubre, que incluyó hasta 180 misiles balísticos contra territorio israelí. Como resultado de los ataques israelíes contra objetivos militares, han muerto al menos cuatro militares iraníes.
Altos funcionarios estadounidenses explicaron anoche a la prensa que Washington no estuvo involucrado directamente en el ataque. Sin embargo, el Gobierno de Biden ha realizado intensos esfuerzos diplomáticos para que la respuesta de Israel fuese proporcional y evitara objetivos nucleares o petroleros, lo que podría haber agravado el conflicto.
Irán ha dado señales de que podría no tomar represalias contra Israel, ya que sus autoridades militares y civiles aseguraron que los bombardeos causaron "daños limitados". No obstante, el Gobierno iraní mantiene una retórica firme, afirmando que "no tiene límites" para defender sus intereses y su integridad territorial.