España apoyó reconocer al Estado palestino con "la certeza de que era el momento"

Albares defiende la política exterior española y aboga por el reconocimiento del Estado palestino, destacando la necesidad de un alto el fuego, la paz en el Líbano y combatir discursos de odio

Guardar

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha defendido este sábado que el Gobierno español se decidió a apoyar el reconocimiento del Estado palestino "desde la certeza de que era el momento de hacerlo, como tema de justicia con el pueblo palestino".

Ha intervenido en Barcelona en la Conferencia de sociedad civil euromediterránea contra la polarización a raíz de Oriente Medio, celebrada con el lema 'Reclaiming our Shared Humanity. Countering Polarisation, Dehumanisation, and Radicalisation driven by the Middle East Conflict', con más de 200 participantes de unos 30 países, organizada por Institut Europeu de la Mediterrània (IEMed) con apoyo de la UE.

Tras el aplauso de los asistentes por aquél reconocimiento del Gobierno, ha reiterado su defensa de los dos Estados como "única solución" del conflicto entre israelíes y palestinos.

"España tiene una política exterior positiva e implicada, nunca ha tenido un papel pasivo", ha dicho.

EL PROCESO DE BARCELONA

Ha constatado que este conflicto conlleva polarización, radicalización y deshumanización, y considera una oportunidad única esta conferencia en Barcelona, que ha definido como capital del Mediterráneo.

También ha recordado que es donde hace 30 años nació el Proceso de Barcelona, que "tan existosamente el señor Moratinos implementó", ha dicho mirando entre el público su antecesor, Miguel Ángel Moratinos.

Albares ha instado a favorecer negociaciones, a que también acabe la guerra en el Líbano y ha urgido a "un alto el fuego inmediatamente, la liberación también de todos los secuestrados", aportar ayudad humanitaria y apoyar a Gaza para que tenga perspectivas de futuro.

DISCURSOS DE ODIO

Ha tachado de alarmante al aumento de ansisemitismos y de odio antiislámico, tanto en las redes como en el mundo real, porque ambos discursos "aumentan el combustible del conflicto".

También ha advertido contra la desinformación, "un asalto calculado contra la verdad" que la distorsiona con narrativas reducidas a simplismos ha dicho.

Para combatirlo, ha defendido incentivar el diálogo y la comprensión intercultural, invertir en educación y en alfabetización digital para empoderar a la gente --sobre todo a los jóvenes-- y conseguirlo sin perjudicar a la libertad de expresión.

RESPUESTAS UNIFICADAS

El ministro ha insistido en que hay tanto antisemitismo como islamofobia, que son dos problema conectados y que por eso requieren respuestas unificadas.

Ha lamentado que Europa no es ajena a estos problemas y ha advertido de que la extrema derecha puede favorecer determinados discursos incluso sin tener mayorías decisorias.

"Estamos encaminados a un fracaso colectivo. Somos los responsables de atajarlo", ha dicho sobre el conflicto.

Para él, "si hay impunidad, los conflictos se reproducirán", y esa violencia volverá como un boomerang contra el resto de sociedades, y de manera incontrolada.

Guardar