David Villafranca
Nueva York, 25 oct (EFE).- El dominicano Karl-Anthony Towns y Mikal Bridges, los grandes refuerzos de los Knicks, se estrenaron este viernes en el Madison Square Garden y el equipo de Nueva York sumó su primer triunfo de la temporada aplastando por 123-98 a los Indiana Pacers.
Tras el desastre de su partido inaugural en Boston (132-109), los Knicks tenían doble ración de deberes: redimirse del batacazo ante los Celtics y vengarse además de unos Pacers que la temporada pasada les eliminaron en las semifinales del Este.
Mucho más concentrados y serios que el martes, los Knicks (1-1), que este año aspiran a hacer mucho ruido en el Este, se llevaron una incontestable victoria con una aportación muy coral y todos sus titulares por encima de los 10 puntos.
Así, Jalen Brunson fue el máximo anotador (26 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias) pero estuvo perfectamente acompañado por Towns (21 puntos y 15 rebotes), Bridges (21 puntos y 5 asistencias), Josh Hart (20 puntos y 10 rebotes) y OG Anunoby (14 puntos).
Por los Pacers (1-1), muy decepcionantes y lejos de esa versión ultraofensiva y frenética que les caracterizó la temporada pasada, Tyrese Haliburton firmó una actuación espeluznante con 0 puntos (0 de 8 en tiros incluyendo un 0 de 7 en triples) y 5 asistencias para un diferencial +/- de -23. Bennedict Mathurin encabezó a Indiana con 20 puntos.
Después de encajar 29 triples en Boston, que igualó así el récord en un partido de la NBA, los Knicks, con una estupenda defensa, limitaron a los Pacers a un horrible 3 de 30 desde el perímetro. En cambio, los Knicks metieron el 52,4 % de sus tiros de campo y el 44,4 % de sus intentos de tres (12 de 27).
El partido dejó una anécdota relacionada con la MLB , ya que durante el último cuarto el público se puso en pie y empezó a gritar "Let's Go Yankees" tras un jonrón de los New York Yankees en el primer partido de las Series Mundiales ante Los Angeles Dodgers.
Los Knicks tardaron en engrasar el ataque, como si sus titulares se estorbaran y se quitaran el espacio unos a otros, pero poco a poco entraron en calor.
Towns arrancó con muchas ganas de agradar y cerró el primer cuarto con 7 puntos. Sin embargo, la irrupción como reserva de Mathurin (también 7 puntos) y el dominio del rebote permitieron que Indiana no se descolgara (25-24).
Entre lesionados como Mitchell Robinson y Precious Achiuwa y la conocida inclinación de Tom Thibodeau por las rotaciones extremadamente cortas, los Knicks usaron a solo ocho jugadores con Miles McBride, Cam Payne y Jericho Sims como únicos revulsivos desde el banquillo.
La sostenibilidad de jugar con ocho cada noche es una incógnita, pero ante Indiana no acusaron los minutos de la segunda unidad.
Ante todo, la defensa local rindió a muy buen nivel y Haliburton, anulado por completo, tuvo una incidencia minúscula en una triste primera mitad (0 puntos con 0 de 6 en tiros y 5 asistencias).
Un parcial de 14-2, con Brunson metiendo una marcha más, permitió a los de la Gran Manzana superar la barrera del +10. El ridículo de los Pacers en el triple (3 de 18) hizo el resto y los Knicks, con un tiro de tres de Towns en los últimos segundos, encararon el descanso con su mayor ventaja de la noche (+16) y el encuentro bajo control (61-45).
Cuatro jugadores de Nueva York alcanzaron el intermedio con dobles figuras de anotación con Brunson y Towns a la cabeza (12 puntos cada uno) además de un multiusos Hart (11 puntos y 8 rebotes).
En Indiana, Pascal Siakam fue el más productivo con 12 puntos.
Si el técnico Rick Carlisle hizo ajustes en el vestuario, no se notó nada ya que los Pacers continuaron en la reanudación con su ritmo indolente y su imagen apática.
Sin noticias de Haliburton enfrente, los Knicks alcanzaron el +20 y no levantaron el pie del acelerador: un triple de Bridges, otro de Brunson y un mate de nuevo de Bridges les dieron el +30 todavía en el tercer cuarto.
Particularmente brillante fue el tercer periodo de Bridges, con muchas dudas en cuanto a su puntería y mecánica de tiro en las últimas semanas pero que se salió en ese cuarto con 13 puntos.
Con un elocuente 95-64 se llegó a un último capítulo sin nada en juego y con las figuras de ambos conjuntos en el banquillo en los minutos finales. EFE
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