Ucrania lamenta haber entregado armas nucleares pero no planea desarrollar nuevas

Ucrania rechaza la opción de desarrollar armas nucleares tras renunciar a su arsenal en 1994, mientras busca garantías de seguridad ante la agresión rusa y critica la falta de apoyo internacional

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Rostyslav Averchuk

Leópolis (Ucrania), 25 oct (EFE).- El desarrollo de sus propias armas nucleares no se considera una opción viable en Ucrania, aunque la decisión de renunciar a su vasto arsenal nuclear, tomada bajo presión internacional a cambio de vagas garantías de seguridad reflejadas en el memorándum de Budapest, es motivo de pesar para muchos a la luz de la agresión rusa.

Mientras los socios de Ucrania en el exterior dudan en invitarla a unirse a la OTAN, la cuestión de las armas nucleares surge en el debate público en el país que busca garantías de seguridad confiables contra la agresión rusa.

“Entregamos nuestras armas, pero no obtuvimos nada a cambio, solo una guerra a gran escala y muchas víctimas”, dijo el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a los periodistas ucranianos a principios de esta semana, al tiempo que subrayó la importancia de tener perspectivas claras de adhesión a la OTAN.

"Renunciamos a nuestras armas nucleares porque creíamos que otras potencias nucleares nos protegerían", explicó a EFE el jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento y diputado del partido de Zelenski, Oleksandr Merezhko.

En 1994, el Reino Unido, los Estados Unidos y Rusia dieron garantías de no agresión a la joven república que heredó cientos de ojivas nucleares estratégicas y tácticas, así como misiles de largo alcance y aviones diseñados para lanzarlas.

Lamentablemente, el texto del Memorándum de Budapest fue formulado de tal manera que estos estados no asumieron obligaciones importantes para proteger a Ucrania, admite Merezhko, profesor de Derecho Internacional de profesión, y su compromiso fue más bien de carácter "moral y político".

En aquel momento, pocos creían, tanto dentro como fuera de Ucrania, que Rusia atacaría el país, subrayó. Estados Unidos, en particular, presionó a Ucrania, que atravesaba una profunda crisis económica y social y cuyo control operativo sobre las armas era incierto, para que entregara su enorme arsenal.

Después de que Rusia se anexionara ilegalmente Crimea e invadiera el Donbás en 2014, Ucrania intentó cuatro veces, sin éxito, iniciar consultas con los países signatarios.

“No importa cómo llamemos a sus promesas –seguridades o garantías–, Ucrania renunció a su única garantía de seguridad por insistencia y tiene derecho a pedir una protección seria después de que uno de los firmantes la atacara”, subraya Merezhko.

A pesar del chantaje nuclear de Rusia, Ucrania no tiene planes de desarrollar sus armas nucleares, después de haber hecho “la mayor contribución a la paz internacional, la seguridad y la no proliferación nuclear en la historia”.

“Ucrania ha estado y sigue comprometida con el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, al que se adhirió en 1994, habiendo renunciado a la tercera capacidad nuclear militar más poderosa del mundo”, subrayó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania en una declaración reciente.

La industria ucraniana jugó un papel importante en el desarrollo de las armas nucleares soviéticas y todavía posee una experiencia relevante y algunos de los fundamentos tecnológicos.

Sin embargo, renovar las armas nucleares representaría un enorme desafío debido a las limitaciones organizativas, financieras y de tiempo que enfrenta el país en una guerra que depende en gran medida del apoyo internacional, coinciden la mayoría de los analistas.

Aunque Ucrania podría teóricamente desarrollar armas nucleares, ello requeriría decenas de miles de millones de dólares y muchos años, por lo que tendría un efecto limitado sobre las acciones de Rusia en este momento.

Lo más importante es que esa medida no sería pragmática debido al impacto negativo que tendría en el apoyo de los aliados que desean limitar la proliferación de armas nucleares, subraya Merezhko.

En el contexto de entregas lentas e insuficientes de armas, así como de restricciones a su uso, la falta de apoyo adecuado a la defensa de Ucrania contra dos potencias nucleares, Rusia y Corea del Norte, podría resultar fatal para el régimen de no proliferación nuclear.

“La conclusión a la que llegan otros estados es que sólo si desarrollan sus propias armas nucleares podrán garantizar su seguridad”, explicó Merezhko.

Ni el derecho internacional ni un memorando como el que Ucrania firmó en 1994 los protegerán, subrayó. EFE

(audio)

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