Bruselas, 25 oct (EFE).- El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmó que los países del grupo BRICS (las principales economías emergentes) no quieren ser “instrumentalizados” por Rusia y China en un “club antioccidental”.
Muchos de estos países quieren pertenecer o han entrado en ese grupo no por que quieran ser “instrumentalizados por China y Rusia en un club anti-occidental”, manifestó Michel en una entrevista con la Redacción Europea de Noticias (ENR, por sus siglas en inglés), de la que forma parte EFE.
En cambio, señaló que su ambición radica en que “sienten que, a nivel internacional, hay mucho que hacer por más equidad, incluido en términos de financiación del desarrollo o frente al cambio climático”.
Michel se refirió en concreto a la cumbre esta semana de los BRICS en la ciudad rusa de Kazán.
El grupo BRICS, conformado inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, se ha ampliado a nueve miembros con la integración de Irán, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos.
En opinión del político belga, que concluye su mandato de cinco años el 30 de noviembre, se trata de un “buen ejemplo” de donde la UE “puede y debe jugar un papel para mediar” y ser “un poder central a nivel mundial y tratar de construir puentes entre regiones”.
Haciendo balance de sus diez años de experiencia en el Consejo Europeo, primero como primer ministro de Bélgica y a continuación como presidente de la institución, Michel se declaró “extremadamente conmovido” con la invasión rusa a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.
“Estábamos impactados por la situación, por la decisión tomada por Rusia, y también porque (el presidente ucraniano, Volodímir) Zelenski era alguien a quien probablemente Rusia querría matar o neutralizar”, comentó.
“Éste fue el primer propósito en aquel momento, y (el presidente ruso, Vladímir) Putin no consiguió alcanzar los objetivos gracias al papel que desempeñamos el Consejo Europeo”, aseveró.
Aseguró que no “no había un plan B, solo había un plan A” para Ucrania, y consistía en proporcionarle las armas necesarias para defenderse, tarea que lo llevó a hablar personalmente con cada líder comunitario para garantizar su apoyo, aseguró.
Preguntado por la presencia de soldados norcoreanos en Rusia, dijo que cualquier incremento de la tensión por Moscú en la guerra contra Ucrania supone “una razón adicional para dar más apoyo a Ucrania, militar y financiero”.
Michel insistió en la importancia de evitar que en foros como el G20 Rusia “extienda su narrativa”, y defendió que la UE “se implique más con el resto del mundo” porque, “si deja una silla vacía, alguien la ocupará.
“Tenemos que ser valientes, tenemos que explicar lo que hacemos y por qué actuamos así”, dijo en referencia a políticas de la UE como la dirigida a respaldar a Kiev.
Pidió que la UE sea “más lista” a la hora de interactuar en un mundo “multipolar” y guarde un “delicado equilibrio” entre promover sus valores y defender sus intereses.
“Apoyamos a Ucrania todo lo que podemos y cada Consejo Europeo ha sido la ocasión de aportar más apoyo a Ucrania, de tener en cuenta los nuevos acontecimientos y de asegurarnos de que hacemos un seguimiento constante de la situación”, puntualizó.
Destacó precisamente que, si no fuera por el Consejo Europeo, “está absolutamente claro que habría sido mucho más difícil conseguir el apoyo de otros socios de mentalidad parecida, empezando por Estados Unidos, Canadá, los demás países del G7”, para sacar adelante el préstamo de hasta 50.000 millones de dólares (unos 45.000 millones de euros) para Kiev, abonado con los beneficios extraordinarios de los activos rusos inmovilizados por las sanciones.
Michel vio “fundamental” que la UE impulse cumbres con organizaciones como la Unión Africana o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) “si creemos sinceramente en el multilateralismo” para abordar los desafíos globales. EFE
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