Gobierno chileno medirá su fuerza y el impacto del "Caso Monsalve" en comicios locales

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María M.Mur

Santiago de Chile, 25 oct (EFE).- El Gobierno del presidente progresista Gabriel Boric, golpeado por un escándalo de presunta violación protagonizada por un popular exsubsecretario, medirá su fuerza este fin de semana en unos comicios municipales y regionales considerados un termómetro de la presidenciales de 2025.

Más de 15,4 millones de chilenos escogerán entre sábado y domingo a un total de 345 alcaldes y 16 gobernadores en unas elecciones que se celebran en un clima político muy crispado y con la resaca de la renuncia como subsecretario de Interior Manuel Monsalve, hasta la semana pasada uno de los políticos mejor evaluados.

Monsalve, que se encargaba de la lucha contra el crimen, dejó su cargo el 17 de octubre, después de que una de sus asesoras le denunciara por supuesta violación en la habitación de un hotel.

La Fiscalía también le está investigando por obstrucción a la justicia, tras haber ordenado a la policía la revisión de las cámaras de seguridad del hotel antes de que se presentara la denuncia.

Tanto Boric como su ministra del Interior, Carolina Tohá, llevan días recibiendo críticas -tanto de la oposición como se su propio sector- por la gestión de un asunto tan extremadamente sensible para la izquierda como es el de la violencia machista y por no haber cesado a Monsalve nada más enterarse de los hechos y haber esperado dos días.

"Llamo a la unidad del país y también de manera enfática a quienes apoyan a este Gobierno", dijo el jueves Boric, en medio de las fisuras que la polémica ha abierto en la coalición con la que gobierna, formada por su partido (Frente Amplio), el Partido Comunista y la centroizquierda.

"Los cambios solo han podido avanzar cuando las fuerzas democráticas y de progreso actúan con unidad", añadió.

Los expertos están divididos sobre el impacto que el caso Monsalve tendrá en estas elecciones, en las que el oficialismo partía con cierta ventaja, sobre todo en las municipales, ya que concurre en una única lista, en la que también está la Democracia Cristiana (DC), que no forma parte del Ejecutivo pero es su aliado en muchas votaciones.

La fragmentación en la derecha, en cambio, es total: las fuerzas del ala tradicional agrupadas en Chile Vamos (Renovación Nacional, UDI y Evópoli) no lograron ponerse de acuerdo ni con la ultraderecha (Partido Republicano y Partido Social Cristiano) ni con los populistas del Partido de la Gente, lo que puede favorecer la dispersión del voto.

Octavio Avendaño, académico de la Universidad de Chile, indicó a EFE que "la política nacional suele tener poca incidencia" en las municipales y que los votantes deciden en base a temas locales, como la seguridad, actualmente la principal preocupación de la ciudadanía.

En el caso de que pueda tener algún impacto, agregó Avendaño, será en la segunda vuelta de los gobernadores de finales de noviembre (en las municipales no hay balotaje), que puede interpretarse como un plebiscito sobre el Gobierno.

Federica Sánchez, de la Universidad Alberto Hurtado, sí considera que el impacto será "bastante negativo" y en declaraciones a EFE aseguró que, teniendo en cuenta las dimensiones del escándalo, el oficialismo tiene que aspirar a "mantener" lo que tiene y no a ganar más poder territorial.

El oficialismo y la DC gobiernan en 15 de las 16 regiones del país -a excepción de la sureña Araucanía, donde en 2021 ganaron los liberales- y en importantes alcaldías como Santiago Centro, Valparaíso, Viña del Mar y Concepción.

Santiago Centro está considerada históricamente un predictor de la fuerza política que llegará al palacio de La Moneda al año siguiente y todas las encuestas coinciden en que la contienda estará muy reñida y que la alcaldesa comunista Irací Hassler no lo tendrá fácil para revalidar el cargo.

Raúl Elgueta, de la Universidad Santiago de Chile, dijo a EFE que el descontento con la gestión del escándalo Monsalve no necesariamente se va a traducir en un voto castigo al Gobierno, sino que "se está alimentando una reacción anti-establishment, una especie de percepción de que todos son lo mismo".

"Creo que la gran sorpresa vendrá del Partido Republicano. Es posible que canalicen parte de ese descontento y que superen con creces a Chile Vamos", señaló en la misma línea Avendaño.

Antes de que se destapase la denuncia contra Monsalve, la derecha tradicional estaba siendo muy señalada por el "Caso Audios", una megatrama de corrupción y tráfico de influencias en la élite, que ha salpicado hasta la Corte Suprema y de la que aún no se conocen todas sus aristas. EFE

(foto)(video)

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