La ministra de Economía de Reino Unido, Rachel Reeves, ha confirmado que el Gobierno modificará la próxima semana las reglas fiscales empleadas para calcular la deuda pública con el fin de liberar miles de millones de libras para realizar inversiones.
En declaraciones a la cadena BBC, la responsable de la Hacienda británica ha confirmado que "cambiará la medida de la deuda", añadiendo que expondrá los detalles el 30 de octubre, en el marco de la presentación de sus primeros presupuestos.
Según el periódico 'The Guardian', que cita una fuente de alto rango del Gobierno, la modificación apuntaría a los pasivos financieros netos del sector público (PSNFL, por sus siglas en inglés), que tendrá en cuenta todos los activos y pasivos financieros del Gobierno, incluidos préstamos estudiantiles y las participaciones de capital en empresas privadas, lo que daría a la canciller margen para aumentar el endeudamiento para la inversión en infraestructura a largo plazo.
La ministra ha indicado que se establecerán "dos reglas fiscales", en referencia a una primera "regla de estabilidad", dirigida a lograr la sostenibilidad de las finanzas públicas, y una "regla de inversión", que permitirá hacer crecer la economía y generar empleo y crecimiento.
En cuanto a la primera regla, ha advertido de que habrá que adoptar decisiones difíciles sobre el gasto y el bienestar, lo que supondrá que los impuestos deberán aumentar para garantizar su cumplimiento, aunque subraya que "siempre protegerá a los trabajadores cuando tome estas decisiones".
En cuanto a la segunda regla, considera que hay una elección sobre si continuar "en esta senda de declive", donde los planes heredados de los conservadores prevén que la inversión neta del sector público disminuya en porcentaje del PIB, lo que llevaría a perder oportunidades que otros países aprovecharían.
Según cálculos del Instituto de Estudios Fiscales, recogidos por 'Financial Times', los planes del anterior Gobierno conservador establecían un ajuste de la inversión neta del sector público desde el 2,4% del PIB al 1,7%, lo que suponía un recorte anual de más de 20.000 millones de libras (23.984 millones de euros), mientras que los cambios técnicos en el cálculo de la deuda podrían dar un margen de hasta 50.000 millones de libras (59.960 millones de euros) adicionales cada año.
"No quiero que esos empleos y esas inversiones se vayan a otros países (...) Pero, es importante que cada libra de dinero de los contribuyentes que se gaste tenga una buena relación calidad-precio y genere un rendimiento", ha subrayado.
De tal modo, Reeves ha adelantado que se introducirán también salvaguardas a través de la Oficina Nacional de Auditoría y la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria que deberán validar las inversiones para asegurar una buena relación calidad-precio y dar a los mercados la confianza sobre las reglas.