Kampala, 25 oct (EFE).- Un tribunal de Uganda condenó este viernes a 40 años de cárcel a Thomas Kwoyelo, un excomandante del grupo rebelde con ideología extremista cristiana Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en inglés), declarado culpable el pasado agosto de un total de 44 cargos, incluidos crímenes de guerra.
La sentencia fue anunciada por el magistrado Michael Elubu, de la División de Crímenes Internacionales (ICD, en inglés) en el Tribunal Superior de Gulu (norte).
Kwoyelo tiene un plazo de dos semanas para presentar un recurso de apelación contra la sentencia.
El antiguo rebelde, que estaba acusado -entre otros cargos- de asesinato, violación, secuestro, esclavitud, tortura y saqueo, negó los más de 70 cargos que se le imputaban, cometidos en Uganda, lo que ahora es Sudán del Sur y la República Democrática del Congo (RDC) cuando era miembro del LRA.
De los 70 cargos, el tribunal desestimó 31 por ser duplicaciones de otros y lo absolvió de tres.
"El veredicto de este tribunal es que el acusado ha sido declarado culpable", afirmó Elubu, en el primer caso de un miembro de alto rango del LRA juzgado en Uganda.
El excomandante fue detenido en 2009 en un enfrentamiento entre el grupo paramilitar y el Ejército, y acusado de crímenes de guerra, entre los que figuran el asesinato deliberado de civiles, secuestros, destrucción de propiedad y tratamientos inhumanos.
La ICD, juzgado dependiente del Tribunal Supremo, comenzó su juicio, el primero de este tipo en Uganda, en julio de 2011, pero el Tribunal Constitucional decidió en septiembre de ese año que Kwoyelo debía ser puesto en libertad porque el Gobierno no había contemplado su demanda de acogerse a la amnistía dictada en el año 2000.
La Fiscalía rechazó su petición de ser amnistiado en febrero de 2012, y en abril de 2015 una corte superior decidió que el juicio por crímenes de guerra debería continuar.
Sin embargo, su caso se ha ido dilatando en el sistema judicial ugandés hasta ahora.
El LRA, en la actualidad muy poco activo, es un grupo rebelde que desde 1986 ha pretendido instalar en Uganda un sistema de Gobierno fundamentado en los diez mandamientos bíblicos y el nacionalismo del pueblo acholi.
Según la ONU, mató a alrededor de 100.000 personas en el norte de Uganda y el temor por sus ataques obligó a unos 1,8 millones a abandonar sus hogares, desencadenando uno de los peores desastres humanitarios del mundo en ese momento.
El LRA también secuestró a miles de niños para obligarles a luchar.
El grupo está liderado históricamente por Joseph Kony, un autodeclarado profeta y el prófugo más antiguo de la Corte Penal Internacional (CPI).
Kony es uno de los criminales más buscados del mundo y sigue escondido en algún país del centro de África, después de que las ofensivas del Ejército ugandés obligasen a su grupo a huir primero a la RDC en 2006 y después a la República Centroafricana.
Pese a los esfuerzos de los Ejércitos de Estados Unidos y Uganda, que cooperaron hasta mediados de 2017 para buscar y arrestar a Kony, la ubicación del jefe rebelde aún es un misterio. EFE